Capítulo 14 (Kazemaru)

451 53 11
                                    


            El sonido de la puerta de la habitación abriéndose me trae de vuelta del mundo de los sueños. ¿En qué momento me he quedado dormido? Abro los ojos poco a poco y veo que estoy sentado en la silla junto a la camilla de Endou. He puesto los brazos sobre esta, y mi cabeza en algún momento ha debido caer sobre estos.

–Vaya, Kazemaru. ¿Te hemos despertado? –Pregunta una voz muy familiar. En seguida, al reconocerla, me reincorporo para sentarme correctamente, algo adormilado.

–Ugh... –Gruño llevándome una mano a la espalda. Me duele mucho...

–Creo que esa postura no es la más adecuada para dormir –comenta Kidou-san mirándome con los brazos cruzados, pero con una leve sonrisa en los labios. Gouenji-san, que es quien ha hablado antes, está junto a él.

–Kidou-san... Gouenji-san... –Susurro con la voz casi rota. No puedo mirarles a la cara... no después de todo esto...

–Sentimos no haber venido antes. Estábamos en Alemania por unos asuntos de mi empresa –comenta Kidou mientras tomaba asiento con Gouenji en un pequeño banco en la pared frente a las camillas. Yo giro la silla para poder mirarles.

–¿Empresa? –Pregunto con curiosidad ladeando un poco la cabeza.

–Desde que falleció mi padre, tengo que encargarme yo de todos los asuntos internos de los Kidou. Si ser entrenador de la Teikoku ya me traía de cabeza, sumando esto ya...

Pero Gouenji-san posa una mano en su hombro suavemente.

–Yo le ayudo. Le veo tan estresado que siento que necesita un descanso de vez en cuando.

–L-lo siento... no sabía que tu padre...

–No te preocupes, Kazemaru. Falleció hace un par de años. Es normal que no lo supieras –me responde el castaño. Yo bajo la cabeza sin poder evitarlo, echando la vista atrás, cuando todo estaba mejor que ahora... Sí, no iba bien, pero al menos no estábamos tan mal...

–¿Nos puedes contar qué ha pasado? –Pregunta Gouenji-san. Yo trago saliva, y parece que ambos se dan cuenta-. Supongo que has tenido que hablar demasiado sobre ello, ¿no?

Asiento un par de veces, de forma casi impredecible, pero antes de que puedan hablar, soy yo quien rompe el silencio que se ha formado.

–Os lo contaré...

Susurro antes de empezar a relatar la historia desde el principio. En ningún momento miento ni exagero nada. Me siento tan mal que solo puedo contar la realidad, aunque se me vea a mí como el malo. No puedo ver las expresiones de Gouenji-san y Kidou-san, pero casi puedo imaginarlas. Apuesto lo que sea a que me miran con seriedad, y me juzgan...

Cuando acabo, les miro con timidez, esperando que me odien... Pero nadie dice nada...

–Por eso... supongo que me odiaréis... ¿no...? Quiero decir... ha sido mi culpa que Endou esté...

–¿Tu culpa? –Pregunta Gouenji-san, pero se responde él mismo-. No es tu culpa, en absoluto.

–Endou no quiere que pienses eso. Estoy seguro –continúa Kidou-san.

–P-pero... si yo no hubiera... si Fudou...

A pesar de que intento contener las lágrimas, estas hacen lo que quieren y comienzan a caer de mis ojos. Me llevo las manos al rostro y comienzo a llorar una vez más. Me duele muchísimo el pecho... Pero antes de darme cuenta, una mano se posa en mi hombro y me lo acaricia muy suavemente. ¿Endou...? Alzo la vista rápidamente, pero veo que es Gouenji-san, que se ha acercado a mí para calmarme.

–Esperabas a Endou, ¿no? –Pregunta curvando suavemente los labios hacia arriba en una pequeña sonrisa-. Kazemaru, escúchame. Endou es muy fuerte. Saldrá de esta antes de que te des cuenta.

–Estoy seguro de ello –continúa Kidou mientras se levanta y se acerca también a nosotros-. Endou ha sobrevivido durante años a cosas que a cualquiera le hubieran dejado en el sitio.

Gouenji-san le mira en ese momento y susurra, aunque yo le oigo.

–La comida de Natsumi.

Ese comentario me ha parecido divertido a mí también, así que los tres soltamos una muy suave risa al mismo tiempo.

–¿Ves? Puedes reír. Y Endou quiere eso aunque no puede decírtelo –finalizó Kidou-san.

–Ya... pero Endou iba... a pedirme matrimonio... –Susurro mordiéndome el labio inferior, algo tembloroso.

–Ya lo sabemos –aclara Gouenji-san. En seguida, alzo la vista sorprendido.

–¿Lo sabíais?

–Por supuesto.

–Es más. Endou nos contó lo que tenía planeado para el gran día –comenta Kidou-san.

–¿Lo que tenía planeado?

–Verás... Endou pretende hacer una boda temática –explica el rubio-. Ya que las bodas homosexuales no son posibles en Japón, Endou quería hacer una boda... "falsa" –continúa contando todo mientras hace incluso el gesto de las comillas.

–Quería hablar contigo para elegir un tema. Medieval, japonés tradicional, celta... cualquier cosa. Todos tendríamos que ir vestidos de ese tema, y nos aseguró que era la mejor idea que había tenido en siglos –ríe suavemente el castaño.

–¿Eso quiere...?

–Sí. Y por eso sé que se pondrá bien pronto.

Eso me calma un poco, o eso intento aparentar. Pero antes de poder hablar, Gouenji-san habla de nuevo.

–Kidou, deberíamos irnos ya. Tienes que hacer más cosas en casa.

El mencionado suelta un suspiro profundo y asiente un par de veces.

–Tienes razón... Lo sentimos, Kazemaru. Tenemos que dejarte solo.

Yo niego con la cabeza, forzando una sonrisa para calmarles.

–No os preocupéis. Lo entiendo. Además, ya estoy mejor. Tranquilos.

–¿De verdad? –Pregunta Gouenji-san apartándose un poco de mí para acercarse a su pareja.

–Por supuesto. Se va a recuperar, ¿verdad?

Intento que la voz no se me quiebre, y así consigo que ambos sonrían un poco.

–Sí. Tienes toda la razón –responde Kidou-san al final-. Nos veremos pronto.

–Hasta pronto, Kazemaru.

–Nos vemos, Gouenji-san, Kidou-san.

Tras despedirse de mí, salen por la puerta y yo vuelvo a sentarme en la silla con un suspiro, mirando a Endou con tristeza.

–¿Por qué no me lo dijiste antes...? –Susurró con voz temblorosa-. Endou... yo... quiero casarme contigo... Por favor... despierta...

uZ

Inazuma Eleven FanFiction - Todo es posible si crees que lo es [EnKaze]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora