Inazuma Eleven FanFiction - Todo es posible si crees que lo es [EnKaze]

Capítulo 15 (Endou)

            Ah... ¿Cuánto tiempo llevo escuchando esa voz...? Esa voz que me habla en todo momento y que me mantiene aquí, aún con vida... ¿Por qué me siento tan protegido si me habla? También siento calidez en mí cuando me susurra, o me cuenta las cosas que van pasando. Pero me destroza por dentro cuando oigo su llanto... ¿Cuántas veces he deseado poder abrir los ojos para abrazar a esa persona...? Realmente... ¿cuánto tiempo llevo así...? ¿Han pasado días? ¿Semanas? ¿Meses? ¿Tanto tiempo...? Aún tengo en la mente la imagen de aquella luz viniendo hacia mí, el golpe de repente y ese dolor tan inmenso por todo mi cuerpo...

Pero esa voz siempre ha estado ahí para hablarme y hacerme volver de las sombras en las que estaba atrapado. ¿Quién sabe qué hubiera sido de mí si esa voz no me hubiese ayudado a volver...? Al principio solo la escuchaba lejos. Casi podía decir que me encontraba vagando por la nada intentando encontrar el camino de vuelta, pero gracias a esa voz... lo he conseguido...

Por desgracia, aún no siento nada a mi alrededor. Mi cuerpo... aún no puedo percibirlo... Sigo siendo como... solo mi alma. O algo así. Es extraño... Es una sensación poco agradable. No me gusta estar así... Además, esa voz me lo pide una y otra vez.

"Necesito que vuelvas...".

Y yo quiero volver. Realmente quiero volver. Quiero poder abrir los ojos y ver tu rostro...

"Endou... te necesito conmigo...".

Sigue mencionando mi nombre. Sigue llamándome... Sé que si lo haces, podré volver...

"Yo... realmente te quiero, Endou...".

Yo también te quiero. Lo sé. Lo he sabido siempre. Nunca lo he dudado.

"Lo siento... lo siento muchísimo... Perdóname... Soy un idiota...".

No... Por favor, no digas eso... No es culpa tuya. Esto es solo culpa mía. Si hubiese sabido cuidarte mejor... si realmente hubiese tenido en cuenta tus sentimientos... Si no hubiese pensado que todo lo que hacía era por nosotros, que era lo correcto... Si te hubiese preguntado a tiempo...

"Ahora más que nunca necesito que despiertes...".

Quiero despertar. Quiero abrazarte... Quiero estar contigo...

"Yo... quiero casarme contigo...".

Ojalá estuviese despierto para poder responderte a esas palabras...

"Por favor... despierta...".

Ojalá pudiera hacerlo en este preciso instante...

"Endou...".

Kazemaru...

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De repente, siento una pesadez impresionante cayendo sobre mí. Es... mi cuerpo... Noto mi cuerpo... No oigo la voz de Kazemaru por ninguna parte. ¿Acaso no está aquí? A lo lejos puedo escuchar el sonido de la máquina que toma mi pulso. También puedo sentir el aire entrando por la ventana, y los pájaros cantan tranquilamente allí afuera. Probablemente sea por la mañana. El sol... Quiero verlo de nuevo. Hace mucho que solo veo oscuridad... Intento abrir los ojos, pero me resulta imposible. Es imposible... No puedo... Pesan demasiado... Pero puedo oír una respiración a mi lado. Sí. Hay alguien en la habitación junto a mí. Quiero ver quién es... Quiero despertar... Quiero abrir los ojos... Quiero volver por completo...

Al cabo de unos minutos, consigo mover ligeramente un dedo. Solo un dedo. Pero al menos ya es algo. Ha sido un movimiento casi imperceptible, pero para mí es todo un logro. ¿Qué más puedo hacer...? Mi cuerpo no responde cuando intento hacer algún movimiento. Qué sensación de impotencia... Quiero despertar...

"Te necesito conmigo...".

Las palabras de Kazemaru son las que me dan fuerzas...

"Necesito que despiertes...".

Si quiero hacerle feliz, debo conseguirlo...

"Por favor... despierta...".

Intento concentrar todas mis fuerzas en el simple movimiento de abrir los ojos... debo conseguirlo...

"Lo siento...".

Quiero poder responderte a eso, como siempre hago...

"Confío en ti...".

Y yo no te voy a decepcionar... Pensando todo esto, al final hago que mis párpados se muevan. Poco a poco... lentamente... muy lentamente... pero consigo que mis ojos se abran. Me noto aún débil y la luz me desconcierta un poco, pero ya estoy de vuelta... Veo algo borroso. Tengo la vista nublada después de este tiempo con los ojos cerrados y sumido en la oscuridad. Aunque a cada segundo que pasa, mi visión se va aclarando. Como pensaba, estoy en una habitación de hospital. Las paredes blancas y las sillas frente a mí son lo primero que veo. Desvío la mirada hacia la derecha, hacia la ventana, observando el exterior. Es por la mañana, justo como pensaba. El cielo está completamente azul y el sol invade la habitación de forma tranquila. Debe hacer una buena temperatura ahí fuera... A continuación, desvío mi mirada hacia el lado contrario, donde veo a alguien sentado a mi lado, en una silla. Tiene los brazos apoyados en la camilla, y su cabeza sobre estos. Está durmiendo... Kazemaru... Mis labios se curvan hacia arriba en una tierna sonrisa y, tras mucho esfuerzo, consigo levantar mi brazo izquierdo para posar la mano sobre su cabeza, acariciándole con cariño. El peliazul da un pequeño respingo aún dormido, pero veo que va abriendo los ojos, despacio. Parece que aún no se ha dado cuenta de qué está pasando.

–Buenos días... –Susurro con la voz ronca, pero sin dejar de acariciar su pelo. Kazemaru abre los ojos de par en par en ese momento y se incorpora de golpe, mirándome con gesto sorprendido.

–¿E... Endou...? –Pregunta con un hilo de voz, tragando saliva. Casi no puede reaccionar.

–Estoy de vuelta... –Respondo mostrándole una leve sonrisa. Entonces, el menor se lanza a abrazarme, pero teniendo cuidado a la vez que ponía todas sus ganas en aquel gesto.

–D-dime que esto no es un sueño... por favor... dime que estás aquí... dime que no voy a despertarme y... –Mantiene los ojos cerrados y habla con voz temblorosa, por lo que solo puedo acariciar su pelo y abrazarle con cariño.

–Estoy aquí... no voy a irme otra vez, Kazemaru... –Susurro cerrando yo también los ojos. En ese momento, escucho que el peliazul comienza a llorar sin poder contenerse. Como única respuesta, suelto una suave risa, besando su cabeza-. ¿Tan triste te pone que esté despierto? Si quieres vuelvo a dormirme –bromeo con la esperanza de calmarle un poco. O de hacer que se enfade un poco conmigo.

–¡N-no es eso, idiota...! –Me grita apartándose un poco de aquel abrazo para mirarme a los ojos, ahora con el ceño fruncido, pero con las lágrimas cayendo por sus mejillas-. ¡He pasado mucho miedo...! P-pensaba que te perdería... Y-yo...

–Jeh... echaba tanto de menos que me gritaras así... –Digo mientras alzo mis brazos para llevar mis manos a su rostro y secar sus lágrimas. Él se deja, desviando la mirada en silencio, aunque aún sollozando.

–Endou... yo... lo siento mucho, de verdad... Todo esto ha sido por mi culpa... no debí...

Pero antes de que siga hablando, pongo un dedo sobre sus labios, provocando que me mire a los ojos. Entonces, con una sonrisa amplia, como siempre hago cuando él me dice algo así, le respondo.

–Eh... ¿Es que solo sabes disculparte?

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