Buenas, al habla Kaze. Siento haber tardado tanto en publicar el primer capítulo, pero tengo mis razones, importantes además. Soy de España, (por si alguien de Sudamérica me lee esto es un detalle crucial, porque en algunos países no se comparte año académico) y estoy en la universidad. Este año me ha ido un poco mal el curso y he suspendido más asignaturas de las que me esperaba, y en septiembre son las recuperaciones. Así que, como podréis imaginar, he estado estudiando desde agosto a pesar de que he estado de vacaciones (sí, en el hotel he estado estudiando y todo). Pero por fin hoy he acabado, así que he podido terminar de escribir el capítulo para subirlo. Sin más demora, aquí tenéis el capítulo 1 desde el punto de vista de Endou. Espero que os guste.
-Corre antes de que llegues aún más tarde, Kaze-chan –le digo con una sonrisa divertida, esperando a que me golpee. Pero en lugar de eso, me da un beso suave en los labios y me sonríe.
-Nos vemos más tarde, Mamoru –me dice tras el beso. Yo me quedo paralizado,mirándole con la boca entreabierta como un pasmarote mientras él sale del coche, corriendo en dirección al estadio. Me había llamado por mi nombre de pila... me había llamado "Mamoru"... Ni siquiera yo le he llamado "Ichirouta", solo he abreviado su apellido... Al cabo de unos segundos, cuando ya puedo reaccionar,sonrío ampliamente como un tonto, muy feliz. Entonces, vuelvo a arrancar el coche. O al menos esa es mi intención, porque una voz me interrumpe. Miro por la ventanilla del copiloto, la cual estaba bajada, y veo cómo alguien se acerca al coche. Aunque ha cambiado su estilo de pelo, aunque está más alto y parece más maduro, sigue siendo inconfundible: Fudou.
-Ah, buenos días, Fudou. ¿Tú también llegas tarde al entrenamiento matutino?–Pregunto con total amabilidad, pero en lugar de responderme del mismo modo, el castaño se apoya en el coche mientras me fulmina con la mirada.
-Kazemaru nunca llegaba tarde a los entrenamientos. No he podido atraparte hasta hoy,así que hablaré claro –comenzó a hablar de forma muy fría, pero yo no perdí la sonrisa en ningún momento.
-Tranquilo –le interrumpo-, es que a Kazemaru se le pegan las sábanas por la mañana y tengo que ser yo quien le despierte. Por eso llega tarde. Pero yo tengo coche y puedo traerle sin problemas. No me importa levantarme temprano por él.
Fudou enarca una ceja de forma amenazante. Parece que no le ha gustado en absoluto lo que acabo de decir.
-Ya te mandaron bien lejos una vez, Endou. Más te vale no hacerle nada a Kazemaru o seré yo esta vez quien te mande de vuelta a Costail.
Sus amenazas no me dan miedo en absoluto. Sé que no conseguirá nada esta vez. No ahora que Kazemaru ha crecido. No tengo miedo de perderle.
-No te preocupes. Nunca haría nada que dañara a Kazemaru, fuese lo que fuese. Y tampoco dejaré que nadie se lo haga.
Respondo firmemente. Sus ojos se clavan en los míos, fríos como el hielo.Pero al cabo de unos segundos más de insufrible silencio, el contrario se aparta del vehículo y se marcha de allí sin ni siquiera despedirse. Tras un suspiro profundo, arranco el coche,ahora sí, para marcharme de allí. Le mandaré luego un mensaje a Kazemaru por si quiere que le recoja en coche. Mientras voy de camino al Raimon, pongo la radio. No está muy lejos, pero el silencio me molesta. Comienza a sonar alguna canción de moda que no conozco bien, pero algo es algo. En mi mente comienzan a aparecer quizás alguna preocupación. Sé que Kazemaru no se ha dado cuenta, pero Fudou lleva enamorado de él desde hace mucho, lo sé. Kazemaru es un poco despistado para esos temas, siempre lo ha sido, pero yo lo veo desde lejos. Se nota. Aunque me haya pasado algunos años fuera, sé que Fudou quiere a Kazemaru. Aunque solo espero que él no sienta lo mismo ni lo llegue a sentir... No podría vivir sin él a mi lado...
ESTÁS LEYENDO
Inazuma Eleven FanFiction - Todo es posible si crees que lo es [EnKaze]
FanfikceSegunda parte de "Amor... ¿imposible?". Han pasado cinco meses desde que Endou volvió de Costail. Ahora, Kazemaru y él viven juntos y son muy felices. Pero el cruel destino está dispuesto a poner aún más dificultades a su relación. ¿Existen realment...