— Espera, tengo algo que decirte.
— Escucha, yo.
— No, sí no hablo ahora posiblemente no lo haga nunca, y no quiero vivir con eso.
» Todo este tiempo, me he dado cuenta de que hay alguien en mi vida que siempre ha estado ahí, alguien que siempre me ha amado y yo a él no, y no puedo hacer esto. No puedo vivir engañándome, no puedo vivir sabiendo que jamás podré amar al hombre indicado, saber que jamás podré vivir amándote, como lo hice durante tantos años. Amo a mi prometido. Lo amo, pero nunca; nunca lo amaré como te amo a ti.
—Te amo. —Susurré— Te amo desde el momento en el que llegaste a mi vida. Te amo desde aquel momento en el que me pediste un lápiz en la secundaria y derramaste jugo sobre mí —él esbozó en pequeña sonrisa, sus ojos brillaban por las lágrimas— desde aquel primer día de clases cuando me regalaste una sonrisa amigable y me dijiste «me parece que seremos buenos amigos», en aquellos momentos te amé como un amigo; y ahora, aquí frente a ti, te digo que este amor no es de amigos, —susurré su nombre sin despegar mi mirada de la de él— esto que siento por ti es más que eso, porque cuando escucho tu voz siento escalofríos y cuando te miro a los ojos puedo ver a aquella persona perfecta que está dentro de ti, y cada vez que te escucho tocar el violín me pierdo en la armonía y solo somos tú y yo, estando contigo pierdo el control, se me acelera el corazón, me sudan las manos. Te amo y no te puedo dejar. No otra vez, —estaba conteniendo la respiración. Cerré los ojos, y noté que mis últimas palabras habían salido con una voz quebrada y casi inaudible— porque te amo.
Después de eso corrí. Corrí y no lo esperé, no lo escuché. Estaba totalmente preparada para hablar, pero no para escucharlo, no quería obtener una decepción. Sabía que quería arreglar las cosas y no dejarlo ir nunca más; sin embargo, no tuve el valor, una persona no se aparece diez años después e intenta que las cosas funcionen, no es así. Amo a mi amigo, lo amo con todo mi corazón, lo amo como nunca he amado a nadie, inclusive sé que lo amo más de lo que debería, porque estoy a punto de casarme y mi futuro esposo no será él.
Soy una idiota, lo sé.
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Mis Pensamientos, Mi Computadora y Yo
Historia CortaEs un libro conformado por pequeñas historias. Todas diferentes. Algunas historias son solo narraciones, todas con puntos y perspectivas diferentes, pero todas las palabras provenientes de mi corazón. NO es una sola historia, son varias sin continui...