Amada Amanda#9

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Amada Amanda:

¿Qué crees Principessa? Ahora resulta que Annie y Patricia también son un invento mío, que yo escribí las cartas y yo hice las fotos. Cuando salieron mis padres de la sala de la psicóloga les pregunté si ahora ya me creían, la psicóloga me miró con lastima, mi madre lloraba con la cabeza abajo y mi padre no me dirigió la palabra hasta que salimos de la consulta y dijo:

- ¡ya basta! ¡Estoy harto de esto! ¡Si quieres seguir con tus juegos está bien, pero tu madre y yo no podemos continuar sabiendo que tenemos un hijo loco! Ahora debes decidir niño, sigues con tu patética historia ficticia de ancianas en bibliotecas y princesas enamoradas o vuelves a la realidad donde tu madre y yo te estamos esperando, no hay más opciones niño y debes decidirte ahora.-

Mi madre entró al auto llorando como si cual fuera mi respuesta sería una mala para ella.

-¿de qué rayos estás hablando?- dije- tú no tienes idea de lo que dices, no es un mundo ficticio, yo no inventé nada, si quieres creerme está bien y si no puedes hacerlo entonces no hay nada más que decir.

+ ¿Estás diciéndome que prefieres a ese fantasma que a tu propia familia?

-¿familia? ¿A esto llamas una familia? ¡Tú provocaste el accidente, no estuviste en el hospital, ni siquiera pueden recordar mi cumpleaños, nunca estás en casa y cuando estás, estás borracho y no eres capaz de dirigirme la palabra para preguntar como estoy! Si esto es a lo que tú consideras una familia entonces sí, prefiero mil veces a ese fantasma, pues ese fantasma a estado más en mi vida que tú.

Pude notar cómo se tensaba su mandíbula.

+si no quieres hacerlo por mí, hazlo por tu madre.

-oh no te preocupes que ella estará ahí cada vez que la necesites, va a lavarte la ropa y a llevarte una cerveza cada vez que se lo pidas, no necesita de mí para hacerlo.

En eso sus ojos se llenaron de odio y levantó su mano dispuesto a golpearme y yo levanté la frente dispuesto a recibir el golpe, se dio cuenta de que yo ya no le temía y que ya me daba igual, me tomó del brazo y me subió al auto, él no dijo nada y mi mamá ya no lloraba.
Al llegar a casa él le gritaba cosas a mi madre y ella sólo miraba al suelo y asentía con la cabeza, yo iba subiendo las escaleras a mi cuarto cuando me grita: .- ¡tú! ¡Empaca todas tus cosas que te vas hoy mismo de mi casa!-.
Debe haber creído que le rogaría o algo así, por que cuando me vio salir con las maletas abrió los ojos de asombro, me subí al auto y condujo hasta fuera de la cuidad. Cuando paró me ordenó bajar del auto, tiró las maletas al suelo y dijo "no quiero que vuelvas a aparecerte por mi casa". Já como si me interesara volver a verle la cara.

Y aquí estoy Principessa, solo, solo con mis maletas, unas fotos y mi cuaderno, escribiéndote como si hubiera oportunidad alguna de que leyeras estas cartas; el frío es terrible y está muy oscuro, mañana buscaré un lugar para dormir y comer, por ahora sólo espero encontrarte en mis sueños

Por favor, no me olvides principessa.
Principessa.
Por favor, no lo hagas.
Principito.

AMADA AMANDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora