Amada Amanda #36

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Amada Amanda:

Al llegar a la biblioteca sólo nos sentamos a leer en silencio un poco, pues, la actividad a esa hora en la biblioteca es vaga, casi nula.

Charlie me miraba por encima del libro.

-Charlie, juro que me siento cómo Hazel Grace.- bromeé

Sonrió, se sonrojó y volvió a hundir la cara en el libro.

Volví a notar que sus ojos me miraban por encima de su lectura.

-¿Por qué me miras así?.- pregunté.

+Me gusta mirar a las personas hermosas, hace un tiempo decidí no privarme de los sencillos placeres de la vida.-

-Já, pues eso está muy bien. Pero yo no...

En eso alguien entra a la biblioteca.

...

Era mi madre.

...

AMADA AMANDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora