"I know there's nothing I can do to change it
But is this something that could be negotiated "
"Sé que es algo que no puedo cambiar pero
Es algo que pueda ser negociado"Tire mi teléfono directo a la alfombra. No tenía rastro de Eleanor y no era capaz de preguntar por ella a sus padres. Sé que estaba allí, en casa de sus padres. Sabía que ella debía estar en los brazos de su madre llorando por todo lo que le hice y eso me hacía sentir peor.
Me tomo años ganarme las confianzas de sus padres y la perdí en solo unos minutos.
Suspiré y me recosté sobre la aún desordenada cama. Su lado de la cama aún tenía su aroma y me aterraba saber que algún día este se iría.
La habitación estaba oscura, las prendas tiradas aún en el suelo, latas de cerveza tiradas por toda la habitación y la cama de Bruce aún ahí. Había estado tan ocupada pensando en mi mismo y Eleanor que ni siquiera me había presenciado de la ausencia del pequeño animal. Una sonrisa nostálgica me invadió, era obvio que Eleanor se lo había llevado. Cuando decidí regalarle a Bruce fue principalmente para que la acompañara cuando no estuviéramos juntos, para que tuviera a quien abrazar cuando estuviera en el tour.
Y entonces recordé la pequeña caja.
En un rincón del pequeño cajón de nuestro mueble, una pequeña caja color negra descansaba. La tome en mis manos y observe. Todo hubiera sido tan diferente si se lo hubiera propuesto un día antes, un día antes de que ella dejara Australia para viajar a Londres. Todo sería tan Diferente.
Sé que no podría nunca cambiar la opinión de Eleanor Calder y mucho menos después de que mi cara estuviera estampada en todos los periódicos de Inglaterra como "Louis Tomlinson olvida a Eleanor Calder saliendo de fiesta con varias chicas"
Esperaba acordar algo con ella, negociar algo. Si tan solo ella no hubiera escapado a media noche podrían haber acordado algo diferente a una ruptura. Tal vez tomarse un tiempo separados? Él habría accedido a irse a dormir a un hotel hasta que ella decidiera volver si fuera necesario. Pero él sabía que Eleanor no era ninguna estupida.
Eleanor nunca perdonaría una infidelidad así fuera la más mínima. Ella se tenía respeto. Y si, tal vez lo amaba pero ella ponía límites.
Eleanor debía estar llorando, indefensa y probablemente bajo todas sus cobijas. Todo por su culpa. Él estaba igual. Cuanto deseaba estar junto a ella, sosteniéndola en su brazos, susurrándole que la ama como solía hacerlo cada noche.
Y así con esos pensamientos, caí en un profundo sueño.