El descenso de Ryan

Los siete de la muerte

9

— ¿Parezco el tipo de chico que aceptaría a tal concerniente invitación? — Cerré los ojos sonriendo seguramente como un idiota esperando de su parte una reacción o respuesta.

El destello de sus ojos grises obligó a sumir mi total atención hacia ella.

Aquella linda chica sonrió levemente — Si — Una palabra, con sólo una palabra tan simple sentí una sensación de total adrenalina como la que siento antes de una pelea

Su mirada profunda me observaba, unos intensos ojos grises que llenaban en mi cabeza pensamientos de tirar a esta chica a una cama de cincuenta formas diferentes...

~ Eres todo un pervertido — La voz de mi desfavorable amigo parloteo desde lo profundo de mi mente

Ignorándolo completamente, coloque mi atención hacia los ojos de la candente chica que tengo frente a mí y no es que no tenga mucho por donde mirar, si tan sólo ella no llevase un hermoso y sexy vestido negro con la forma de un corazón en su escote no tendría pensamientos tan exaltados.

— Pues entonces vamos — Sonreí mientras me levanté y antes de extender mi mano como lo haría todo un caballero, ella me toma de la mano llevándome rápidamente al salón de baile.

El sitio en serio se encontraba muy lleno, podía fijarme en personas que estaban bailando o bebiendo y drogándose o cogiendo en el piso de arriba, me sorprende que hayan tantas drogas tanto como tabaco y pastillas, incluso Crack de por si sólo habían tres pisos, yo me encontraba en el primero, la falta de seguridad y control en este lugar fue una de las cosas que más me llamó la atención.

Ya cuando reste concentración de mis pensamientos pude notar que a no muchos metros dos chicas estaban golpeándose mientras una cantidad de personas se les acercaba, las luces del lugar ahora cambiaban de colores del arcoíris, el ambiente se torna algo pesado para mi respiración, la chica de ojos grises me observa cuidadosamente.

Tomé una de sus manos mientras nos movíamos al ritmo de la música, su tacto era tan suave y cómodo como el mismo algodón y a la vez muy frió como una noche de lluvia

— Entonces....... ¿eres de por aquí? — pregunté con una suave sonrisa, aun sabiendo lo que ella diría después y sabiendo también que ella no era normal.

Me di cuenta de ello desde que la mire por primera vez

— ¿En serio esa es tu mejor frase de ligóteo? — la forma en la que lo vocalizo y en la que sus ojos me apuntaron produjeron un estremecimiento entre mis dudas.

Coloqué mi mano dirigiéndola a las curvas de su cintura mientras use mis ojos para observar fijamente los de ella — Puedo ser muy convincente

La tenía justo donde la quería, ella no pudo haberse acercado a mi sólo porque sí. Aquí había algo más

De repente hubo un silencio en seco, cerré mis ojos con fuerza, un sentimiento fuerte como cuando estas en un sueño y crees que todo lo que está pasando es realidad cuando en realidad es sólo un simple sueño.

Pero este no era un sueño era la realidad, era real

Mi respiración se dificultó todavía más. Esto se siente tal y como aquella vez......aquella vez que el jefe uso sus poderes para controlarme.

Abrí mis ojos...

Todo estaba quieto, no había curso, ni sensación, nadie se movía, ni sonido. Inmediatamente supe que era un paro en el tiempo, el único ser que tengo conocimiento puede hacer esto es el jefe... es Slenderman, pero aquí no lo podía ver, tampoco sentía su presencia