El descenso de Ryan

Quiebre

10

JEFF

Observaba con desdén el líquido alcoholico de mi vaso, se tornaba de un color rojizo, intentaba calmarme aunque sabía que algo en mi cabeza me impedía hacerlo

Había pasado tanto tiempo desde aquel fatídico día aún así los recuerdos no hacen más que atormentarme cada vez que pueden y las voces, las malditas voces dentro de mi cabeza no paran, casi nunca lo hacen.

A media noche, entre decisiones las cuales quién podría imaginar, una tortura mental propia se intensifica para mis entrañas, qué hacer y qué no hacer, debería matarlos a todos y por qué no

¿Por qué? ¿nos unen lazos de empatía acaso?

No, claro que no, esas estupideces sentimentales no cuentan en nuestro mundo de sombras

— ¿Qué mierda haces, Jeffrey? — mi atención es dirigida hacia Ashton quien no me ha quitado la vista desde que llegamos aquí.

Lleve el vaso a mis labios y bebo hasta la ultima gota de whiskey. Si tan solo ella me hubiera conocido mucho antes quizás no estaría viva, quizás ya la hubiera matado.

— ¿Tan irresistible soy? para que me hayas vigilado todo este tiempo — sonreí como no lo había hecho desde mucho antes, la sensación de poder sonreír era muy satisfactoria, he extrañado como se siente tener un rostro normal, debería usar la ilusión más seguido aunque Jack se volvería loco y tendrían con que molestarme el resto de mi vida.

Dirigí mi mirada hacía los oscuros ojos de Ashton, nada, ni una pequeña sonrisa, esta chica es muy distinta de la que yo conocía. Me causaba nostalgia.

— Deja de decir estupideces, sabes, quisiera que me hablaras sobre algo — vaya vaya, que querrá está vez, la fría mirada de Ashton se volvió más helada como si eso pudiera ser posible.

Me pregunto, ¿cuando fue la ultima vez que sonrió? En los recuerdos que tengo de ella sonreía con mas frecuencia, de repente la mirada de Ashton se vuelve distinta abre sus ojos y sus labios rosados empiezan a temblar.—Jeffrey están aquí. Nos han encontrado, ellos están aquí.

Sabia a quienes se refería, ese era el mayor riesgo de la misión, pero se suponía que no nos encontrarían tan rápido o al menos eso era lo que nos había dicho el jefe.

como sea, lo que ocurra ahora está en manos de ellos

— ¡Rápido! Debemos ayudarlos — me puse de pie salvajemente agarre del brazo a Ash y pasamos por entre las personas, su congelamiento tan repentino, detuvieron el tiempo, pero, no funciona con nosotros.

Demonios, los siete de la muerte ...

Antes de poder atravesar la puerta para ir a las escaleras una sombra podía aclamarse en enfrente de ella, cubriéndola, como si quisiera que no pasáramos.

— No irán a ningún lado, ya falta poco — La frialdad en su voz era evidente, dio un paso al frente y pudimos observar a un sujeto, no era tan alto, poseía una máscara negra rara que tapaba toda su cara a excepción de los ojos

Un escalofrío recorrió mi cuello

Hacía bastante tiempo que no sentía esto, sea lo que sea este sujeto, era peligroso, me pregunto si Liu y Toby serán capaces de encargarse