A ti:
Buenas tardes.
Llevo una semana sin escribirte. Estoy enfadada contigo. Me he cabreado tanto, me has roto el corazón. ¿Qué ser demoníaco te ordenó besar a Sally?
Te hablaré de ella: es mala gente, egoísta, egocéntrica, creída, presumida, pija, y demás sinónimos.
¿Por qué ella?
No se, ¿por qué no yo?
Te odio.
—Anónima.