A ti:
Querido Anónima:
¿Un virus estomacal? Espero que estés bien. Bueno, todo eso que has dicho que has dicho me ha agradado bastante.
Y es verdad eso de que es más romántico el mandarse cartas. Y no dejaré de mandártelas, tranquila.
Y por cierto, gracias por la pista del aparato. Ahora sé que tienes aparato dental y me será más fácil saber quién eres.
Ah y antes de despedirme. ¿Vas a mi instituto?
—Gad.