Capitulo 1

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Llevaba semanas escuchando que tan importante era éste día y lo emocionada que tenía que estar por haber nacido en la generación escogida para representar a Renelia en su gran día. Bueno, pues no lo estaba, a ver no me mal interpretéis quería saber en qué consistía la prueba o la "apuesta" -como era mayormente conocida - de este año. Nunca nadie lo sabía sino hasta el momento justo de la inauguración. ¿El premio? Ser ni más ni menos ser el ayudante del más prestigioso hechicero de Renelia, sí he dicho hechicero. Como yo. Una hechicera sería el mejor término para describirme ya que la última vez que lo comprobé era una delgada chica de ojos grises y cabello negro azulado.

Naci y crecí rodeada de magia, conjuros y pociones, y ahora después de 18 años tenía la posibilidad de hacer que el nombre de mi familia se conociera alrededor del país o eso era lo que mi madre llevaba repitiéndome desde hacía ya varias semanas y he aquí la razón la cual me hizo perder toda clase de emoción hacia la apuesta , mi familia llevaba recordándomelo tanto que perdió su encanto y lo peor es que no solo ella sino que esta semana ya me habían hecho tres entrevistas sobre este gran día. La gente me preguntaba cómo estaba y qué era lo que esperaba pero nadie me contestaba cuando era yo la que hacia las preguntas, hacían como las que no las oían o simplemente cambiaban de tema y eso me desesperaba mucho porque yo solamente quería saber en qué consistirían las pruebas, así que hace un par de días decidí ir a la biblioteca para buscar las respuestas por mi misma y descubrir porque nunca nadie me contestaba. ¿No lo sabían?, Bueno, más bien nadie lo sabía ni siquiera las personas más cercanas al Hechicero.

Las pruebas cambiaban cada año a su gusto y cada generación de jóvenes hechiceros quienes eran los primeros en representar a sus familias ya que ni un sólo miembro de ellas había participado, tenían que someterse a la apuesta sin conocer nada acerca de ella. Todo lo que sabíamos era simplemente que había solo un ganador; el elegido para tener tal honor como era dormir en una de las habitaciones de la casa del hechicero, pero esa no era la única cosa, lo que más nos importaba era que tendríamos la oportunidad de convertirnos de aprendices a maestros todo con su ayuda y sabiduría en las artes de la magia. Emocionante ¿no? En ese momento mi curiosidad volvió otra vez y desee saber qué era lo que nos esperaba y cómo iba a terminar. Sin embargo, esa noche cuando llegue a casa del instituto había una reportera y empezó a preguntarme las mismas preguntas de siempre, fueron tantas que a la mitad de la entrevista deje que mi madre hablara por mí mientras yo sumida en mis pensamientos comenzaba a imaginarme otra vez en todo lo que se venía por delante.

Estaba en mi mundo cuando oí que mi madre ponía su voz de "me estas dejando en ridículo " y me di cuenta de que la reportera me habia preguntado algo , otra vez.
-Lo siento - se disculpó mi madre - está muy distraida por lo de la apuesta , ni siquiera puede dormirse por las noches sin antes tomarse un poco de infusión - rió mi madre. Yo no le vi la gracia. Era verdad que me estaba costando dormir por las noches pero era por el estrés y la responsabilidad que se me venía encima - el honor familiar , el premio , las preguntas y las millones de cosas más que la gente no paraba de decirme - era normal que estuviera al borde de un ataque. Pero eso mi madre no lo sabia , ella creía que era por los "nervios" y además pensaba que era adorable ¡Por Dios ! Que estupidez.

- Es comprensible - dijo la reportera- para ser honesta de todos los candidatos que he entrevistado durante ésta semana , eres una de las que luce más tranquila.

Eso era por que había dejado de prestar atención después de la tercera pregunta, pero eso nunca se lo diría.

Le sonreí y con una voz de adolescente responsable dije:

-Gracias señora y podría hacerme el favor de repetirme la pregunta , es verdad que estaba un poco distraída.
Mi madre rodó los ojos en señal de que no se creía que hubiera estado sólo "un poco" distraída. Y tenía razón.

- ¡Oh! sí por supuesto, querida - y sujeto la pluma , lista para escribir mi respuesta- ¿Cómo esperas que sea la apuesta ? -La pregunta me pillo de sorpresa , no sabía que responder no me lo había planteado hasta ahora y le di la respuesta mas honesta que pude.

- Yo.. No lo sé, la verdad - confirmé - no he pensado mucho en ello , pero sin duda espero que sea una en la que no me tenga que enfrentar directamente con mis compañeros - Y realmente lo esperaba , no quería perder la amistad con ninguno de ellos por la apuesta , era algo que tenía muy claro y que estaba segura que nunca pasaría.

- ¡Oh!, ya veo , me gusta tu actitud Charlotte - me sonrió - espero que te salga lo mejor que puedas y te deseo la mejor de las suertes para la apuesta - y con una agitación de muñeca la pluma y el cuaderno desaparecieron. Magia.Pensé.Que cosa tan maravillosa.

- Gracias por su tiempo señora Claudson,  y a ti también Charlotte, nos vemos pronto querida - y así sin mas desapareció dejando detrás de ella una nube de humo.

Mi madre no me dijo nada , simplemente me dejó sola meditando sobre la pregunta que me había hecho la reportera. ¿Cómo esperas que sea la apuesta? La pregunta se repetía una y otra vez en mi cabeza, sin ninguna respuesta todavía. Había escuchado a los mellizos Miller hablar sobre cómo les gustaría que fuera la apuesta , de hecho todos mis amigos habían hablado de eso. Menos yo. No había caído en cuenta de que con el Hechicero podrían pasar las cosas mas inesperadas , la apuesta podría durar tanto como seis meses o incluso hasta cuatro años , no es que me desagradara vivir fuera del país por un tiempo, pero realmente quería saber dónde viviría,creo que tengo el derecho de enterarme de algo, ya que jamás  había salido de Renelia -solamente a los adultos con identificación de hechizo alto se les permitía viajar al mundo mundano - y eso me hacía sentir emocionada y mareada al mismo tiempo. Sin duda la curiosidad había vuelto y como ya lo sabrán mi naturaleza era ser así e incluso pienso que la frase"La curiosidad mató al gato" fue hecha especialmente para mi, además ninguna reportera o familia sin respuestas podría hacer desaparecer una de las mejores cualidades que Charlotte Claudson posee.

¡Ding, Dong! El reloj de la sala de estar marcó las cuatro de la tarde, lo que significaba que sólo quedaban menos de cinco horas para que comenzará la apuesta.

Comencé a sentir los nervios subiendo por todo mi cuerpo. Relajate Charlotte. Todo saldrá bien. Me dije, pero algo dentro de mi me decía que iba a llevarme unas cuantas sorpresas esta noche.

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