Capítulo 9

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DANIEL

Adoraba a Cece, enserio, pero ahora mismo no me habría importado meterla en una bolsa y tirarla a un río y por las expresiones del resto de mis amigos, sabía que ellos también estaban pensando lo mismo que yo, bueno todos excepto Dylan, su novio, quien parecía como hechizado cada vez que ella abría la boca y él como una perrito hacia todo lo que ella dijera, a veces era divertido pero otras no. Hoy era una de las ocasiones que no.

Me había quedado dormido y se me había pasado el tiempo, lo que me llevo a tener solamente cinco minutos para desayunar, pero eso no sucedió porque cuando iba a meterme la primera cuchara de cereal en la boca, Cece nos hizo levantarnos e ir a coger sitio para la orientación, ninguno lo hicimos así que Cece miro a Dylan con esa cara de "hazles hacer lo que digo o no hay diversión para ti" a lo cual Dylan no podía negarse y lo que nos llevaba a nosotros, sus amigos, a hacerle el favor de tenerla contenta.

Nos dirijimos hasta la sala, junto con otros veinte estudiantes más y cuando entramos me di cuenta de que Cece no era la única a la que le gustaba llegar temprano a orientación.

–¡Joder! La parte de adelante ya esta pillada– se quejó Cece mientras me miraba, como si yo tuviera la culpa de eso.

–No pasa nada C, nos sentaremos en el medio, también se escucha y se ve muy bien desde ahí- la consoló Dylan.

–Sí, tan bien que no podremos dormir, porque seremos lo primero que el director vea, nada mas al levantar la cabeza – me dijo Thomas en un susurro, asegurándose que sólo yo lo escuchara.
Asentí y seguimos a Cece quién había ido a buscar sitios para todos.

–Oye ¿Esa no es la pollita de anoche Dan? – me preguntó Thomas.

Todos miramos en la dirección que el señalaba y efectivamente era ella, estaba distraída apuntado algo en una especie de libreta que no nos vio, pero para desgracia de ella, Thomas si lo hizo.

–¿Pollita?¿Qué significa eso? ¡Arg!. Da igual, hay sitios para todos nosotros al lado suyo, así que moveros e id hacia allá antes de que nos los quiten – dijo Cece.

Comenzamos a caminar hacía esa dirección cuando ví que Thomas se iba a sentar justo al lado de ella, pero no se porqué, algo me decía que eso acabaría en desastre así que fui detrás de Thomas y le llame antes de que se acercara más a la pollita.

–¡Eehh Thomas!– le llamé– creo que deberías dejar que me siente yo al lado de ella.– él me miro raro, con una sonrisa picara.

–¿Y por qué debería dejar que eso pasara Dan? – me preguntó el tono de burla. Como si supiera cuales eran mis intenciones, cosa que no sabía ni yo.

–Esto... Porque me gustaría disculparme con ella, ya sabes que no me gusta estar mal con nadie y ella parecía muy cabreada anoche – y porque no quiero la formes más, dije en mi mente.

–Cierto, se me olvidaba que eres un niño bueno – dijo Thomas seriamente.

–Sabes que eso no es verdad –le dije y empecé a reírme lo que hizo que él también empezara a reirse.

–Es verdad, a quién quiero engañar, anda vete a sentarte al lado de la pollita, tío.– me dijo y me la choco mientras él se sentaba a mi derecha.

No sabía qué decirle, creo que empezaría desde cero como haría todo ser humano. Aunque se me quitaron las ganas en cuanto me giré hacía ella y vi como me estaba mirando, con desagrado y asco, se le notaba que no quería que estuviera a su lado. Pues pobre de ella porque no me iría hasta que hablaramos, aunque ella no quisiera.

Me volví valiente y decidi que comenzaría una conversacion, y si ella me la seguía, sería genial para todos.

–Bueno... ¿Encontraste tu habitación al final? –Pregunté lo mas casual que pude. Por su expresión vi que estaba pensando si responderme o no.

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