LA CONVOCATORIA

Capítulo 13

DANIEL

-Y creedme cuando os digo que nunca he besado a una chica así -era la quinta vez que oía eso, en estos últimos cinco minutos - esos labios... tan carnosos...-Thomas se mordió el labio, como si intentara revivirlo.

-Eso ya lo has dicho. Más de una vez. -Dylan me quitó las palabras de la boca. Me estaba empezando a cansar de tanto, «Selena por aquí», «Selena por allá.» Cuando, lo peor, es que no eran ni pareja. Y yo no veía que Thomas quisiera cambiar eso.

-Si tanto te gusta ¿Por qué no le pides que sea tu novia? -pregunté. Aunque ya sabia la respuesta. Thomas no creia en el amor romantico.Pero siempre habia esperanza en que cambiara de opinion. Thomas me miró con cara de horror, como si hubiera preguntado la cosa más horripilante del mundo. Dylan se río ante la cara de Thomas. Y este le proporcionó una colleja en la nuca.

-Porque -comenzó Thomas. Y se puso de pie. Comenzó a andar hacia su cama. Como si fuera a dar el discurso más importante del año. Dylan y yo lo miramos cuando se subió a esta. Para darle más dramatismo a la cosa. Mire a Dylan, y vi que él estaba poniendo los ojos en blanco. Estaría pensando lo mismo que yo. Que Thomas era un dramático- la conozco como tal desde hace una semana-Iba a interrumpirle, diciéndole que eso nunca le había importado antes, cuando se trataba de chicas. Pero él me hizo un gesto con la mano para que guardara silencio. Dylan me miró y encogió los hombros como diciendo «déjale que sea feliz con sus discursos» a lo que tuve que ceder. Cuando Thomas se ponía así, era mejor dejarlo y seguirle la corriente -sabéis que no soy un chico de novias-continuo él - y además, es dos meses más pequeña que yo, sería un pederasta o como quiera que se llame.

Thomas bajo de la cama con un salto y cuando aterrizó en el suelo, hizo una reverencia hacia nosotros. Supongo que esperaba unos aplausos por parte de nosotros. Nunca llegaron.

-Ese ha sido el peor discurso que he oído en mi vida -sentencio Dylan.

-Lo corroboro- dije yo.

-No era un discurso. Idiotas. Sólo eran las razones por las que nunca le pediría salir a Selena.- dijo Thomas. Sonando ofendido. La verdadera razon era otra, pero nunca lo diria en voz alta.

-Pues entonces son las peores razones que he oído en mi vida- dije yo.

-Lo corroboró - dijo Dylan. - y además, exijo un diccionario, para enseñarte el significado de la palabra "pederasta".

-Lo corro...- comencé a decir pero Thomas me interrumpió. Exasperado. - lo corroboras, ya lo sabemos. Y para vuestra información sé lo que significa. ¿Qué pasa? ¿Es que os habéis puesto los dos en contra mía? Es sólo que no quiero nada serio con nadie y sí, lo sé, llevó casi tres semanas tonteando con ella. Pero eso no significa nada.

-A lo mejor para ti no, pero las mujeres lo sienten todo, muchísimo. Son más sensibles que nosotros y por eso son más difíciles de entender - dijo Dylan. Thomas y yo le miramos. Sorprendidos. Y empezamos a destornillarnos de la risa.

-Sí, reíros todo lo que queráis, pero Cece me explicó todo esto cuando empezamos a salir y ahora la entiendo mucho mejor- dijo Dylan. Y se cruzó de brazos.

Thomas y yo estuvimos riéndonos durante un rato más. Hasta que vi que Dylan se estaba empezando a enfadando de verdad y lo mejor era dejar de reírse. Thomas miró hacia mi dirección, se fijó en lo que yo estaba mirando. Dylan. Y le vio la misma cara que yo. Enfado. Y paro de reírse, también.

-Bueno y señor sabelotodo de mujeres ¿Que debería hacer, según tú?-preguntó Thomas. Se le escaparon algunas risitas entre medio.

-Oh ¿Ya os habéis parado de reírse de mí? -Dylan sonó un poco indignado.