07. Canciones irónicas y púas caídas

939 133 38
                                    

Como cuando se te juntan exámenes, trabajos y excursiones con el instituto y no te da tiempo a traducir -.-' 


Jueves, 7:07am.

Cuando Steve le cuenta que Bucky le ha invitado a una de sus actuaciones, Natasha finge estar sorprendida. Por supuesto que no lo está. Ni en lo más mínimo. Está claro que Bucky tiene algo por Steve y es aún más claro que Steve le corresponde.

Se lo dice a Sam la mañana del día del show mientras se sientan a desayunar. Steve está aún dormido en el sofá y ellos en la cocina, ambos teniendo que ir a trabajar temprano. Están hablando en bajo, sin querer despertar a Steve porque todavía está recuperándose del catarro de la semana pasada e incluso aunque no lo estuviera, se merece todas las horas de sueño que pueda tener.

Los dos lo oyen en mitad de la noche, deambulando por el apartamento. Algunas mañanas se encuentran para encontrar que toda la vajilla ha sido lavada, que las encimeras ha sido limpiadas, o que el desorden de la mesilla de café ha sido arreglado. Desearían que Steve los despertara si se levantara en medio de la noche y necesitara compañía, pero saben que no pueden hacer que les pida ayuda si está obstinadamente en contra.

―Entonces, ¿cuándo es la actuación? ―pregunta Sam con la boca llena de Lucky Charms, el desayuno de los campeones.

―Esta noche ―responde Nat―. Y Dios, Sam, Bucky está tan interesado en Steve que es ridículo.

―¿Crees que dirá algo?

Natasha se encoge de hombros.

―No lo sé. Tengo un pequeño dilema y ya que tú, a parte de Steve obviamente, eres mi brújula moral en cuanto a... básicamente todo, necesito que me digas si me equivoco al no decirle una... muy importante pieza de información que tengo.

Se está refiriendo, desde luego, al hecho de que a Bucky le gustan los hombres, cosa que le contó a ella cuando le preguntó la otra noche. No se lo ha dicho a Steve y no sabe si debería sacarlo del armario frente a Steve, incluso si lo hiciera en bajito, incluso cuando sabe que él no se lo contaría a nadie.

Sam se ríe un poco.

―Nat, lo juro por Dios, en ocasiones juegas tus cartas demasiado cerca a tu corazón. ¿Qué es esa información?

―Me contó que es bi ―dice silenciosamente ― y no creo que se lo haya dicho a Steve. Es decir, quizás simplemente no lo ha mencionado, o fuera raro para ellos decir algo, pero no quiero sacarlo si no quiere que lo haga...

Sam la está escuchando, asintiendo lentamente al mismo tiempo. Cuando no la está molestando sobre algo estúpido, la toma en serio y ella no sabe qué es lo que le gusta más. No mucha gente la ha tomado en serio por quien realmente es. La mayoría le tiene miedo porque tiene una presencia intimidante y una vez que la gente la tacha de ser todo bordes afilados, no quieren ver nada más.

―¿Y piensas que, si se lo contaras a Steve, aun cuando Steve no le diría a Bucky que se lo contaste, él lo sabría y eso sería traicionar a Bucky?

Natasha lo confirma con un movimiento de cabeza y Sam lo considera por un momento.

―No estoy seguro. ―Le echa un vistazo al sofá con Steve durmiendo de una forma que está fuera del campo de visión―. Le alegraría el día saberlo, pero si Bucky quiere que lo sepa, estoy seguro que se las arreglará para ello. ―Natasha frunce el ceño.

―¿Y si nunca se lo dice?

Sam se encoge de brazos.

―Entonces esto tendrá que ser tu pequeña telenovela, en la que tú conoces la información clave que Janice ha estado ocultándole a Ricky y las temporadas pasarán, y todo el mundo se enterará lentamente pero Ricky seguirá sin jodidamente saberlo y después, Janice se lo dirá finalmente entre lágrimas mientras Ricky esté tumbado en su camilla de hospital, muriendo de una enfermedad terminal.

Draw Me Like One Of Your French GirlsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora