Descubrimiento

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Llevo días tratando de sacar ese sueño de mi cabeza, pero era tan difícil es más si cierro los ojos y  transporto mi mente a ese momento casi puedo sentir el olor y el aire fresco tocando mi cara, pero era un sueño, tenía que sacarlo, ya que no me dejaba pensar en nada mas, y estaba a pocos días de entrar a la escuela , una escuela que no había escogido, no quería asistir ahí, pero sin  más opciones era lo que me quedaba, por primera vez en mi vida no estaba tan entusiasmada porque fuera el primer día de clases, no es que fuera nerd ni nada, nunca había sido sobresaliente pero tampoco mala en la escuela, solo que ¿a quién no le emociona su primer día de clases? pero ya a mí no.
- Amanda baja a desayunar-  era mi mama haciendo su intento diario de hacerme sándwiches sin que se le quemaran.
Baje escalón por escalón arrastrando mis pies dejando que se deslizaran uno por uno, sin ánimos de nada me sentía en otra parte pensando en el sueño, y ahora en la nueva escuela.
-Mira amor te hice tu desayuno preferido- Sándwiches quemados, wau sí, mi desayuno preferido, ¿cómo lo supo? ¿Acaso estaba siendo sarcástica?
Antes que comenzara a hablarme y a preguntarme si estaba emocionada por mi primer día de escuela y todo eso, preferí morder uno de los sándwiches quemados,  tratando de no respirar mientras los muerdo para no tener que sentirle el gusto, entre mordisco y mordisco pasaba un buche grande de jugo de naranja, termine de comer, o mejor dicho de tragar, lave los platos y nuevamente arrastrando mis pies me dirigía hacia mi cuarto, cuando de repente
-Por Dios me vuelve loca tu animo- ¿ah? ¿Qué era eso? ¿De dónde había venido?
Perfecto lo que me faltaba, ahora estaba loca, y bastante, el sueño, la escuela y ahora esto, qué más da, tanto estrés ya de seguro me hace alucinar, en mis cuatro paredes mirando el techo, pensando literal en nada, decidí poner algo de música, ¿pero dónde había dejado mi celular?
Moví el edredón, busque debajo de la cama, encima de la mesita de noche, bajo la almohada, pero algo llamo mi atención, mi imagen en el espejo, era yo pero algo sinigual había alrededor de mí, tenía mi cabello negro y mi piel pálida rodeada de un arcoíris, giraba rápido a ver si este se quitaba y no, cerré la ventaba a ver si era algo que entraba por ella, y no, seguía el arcoíris alrededor mío.
*tim* sonó un WhatsApp  y así supe que mi celular se encontraba en un zapato, lo agarre y rápidamente me iba a tomar una foto, para ver si en ella salía mi arcoíris, pero no, no salía solo yo normal con una cara entre sueño y asombrada, pero el arcoíris seguía ahí mire mis manos ya no en el espejo si no a mí misma y el arcoíris seguía ahí, necesitaba descansar un poco, esto no era normal, así que me prive en la cama.

Siete almas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora