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Se termino de abrocharse los zapatos, esas romanas le gustaba por que las tiras hacia que su pié quedara bien sujeto. Se dirigió a su tocador, ya perfectamente vestida, y cepillo su cabello. Se miró al espejo nuevamente, cogió su móvil y se lo metió en un bolsillo del pantalón.

Corrió hacía el centro deportivo del instituto.

- ¡Auch! *Se quejó la joven a colisionar contra algo y caer al suelo*

- ¿Estas bien? *Dijo un chico moreno, de ojos negros, y complexión atlética, tendiéndole la mano para que se levantará*

- Sí. *Aceptó la ayuda del joven, y se levantó del duro y caliente suelo*

- Perdón, iba distraido buscando un lugar.

- No te preocupes, yo iba corriendo sin mirar. *Dijo recuperando el aliento de tal carreron que se había metido*

- Soy Pablo. *Le tendió la mano, y ella se la estrecho*

- Soy Nessy. Un gusto, pero debo irme ya. *Dijo al recordar el entrenamiento de su novio*

- El gusto es mío. Yo también tengo que irme. Hasta otra. *Se despidió poniéndose en marcha*

- Hasta pronto. *Susurró*

Ando como 2 minutos más y entró en el centro deportivo. Se dirigió a la zona de fútbol, fútbol americano.

- Al fin llegas. *Dijo elevándola y dando una vuelta sobre su eje* Estas preciosa.

- Gracias, y perdón, corría y me choqué con un chico y caí al suelo.

- ¿Estas bien? *Dijo agarrando la cara de la rubia entré sus manos y mirandola a los ojos, con una sonrisa en sus labios*

- Si. *La chica sonrió y el aportó la distancia para besarla*

- Ve a sentarte y luego compraré algo para merendar juntos, ya que esto cierra a las ocho de la tarde.

- Vale, vete al campo que te esperan.

La muchacha se sentó en las gradas, y vio a lo lejos una especie de trapo blanco en el suelo, con la maleta de su chico. Sabía que era de Malcon por que era la única mochila roja en todo el centro. Los demás llevaban la misma en azul marimo o negra. La de Nessy era azul marino con un corazón rojo que ponía Malcon colgando de la cremallera, regalo de su querido novio.

Espero 2 horas, hay sentada. Hasta que por fin acabo el entrenamiento.

- Ve donde estan mis cosas, ya voy yo, cuando me duche. *Le ordenó sutilmente*

- Ok amor. *Dijo bajando de la grada, mientras el iba a los vestuarios*

Se tiro en tal tela blanca. Su vientre contra el mantel de camping, miraba una margarita que había en el suelo, solitaria, y no pudo evitar sentirse como esa hermosa y solitaria flor, la cual estaba indefensa.

Malcon volvió y vio a su chica tranquila mirando una florecilla, y se echo sobre ella.

El chaleco azul marino que llevaba en la mano se lo dejo caer en la cintura de esta, puso sus rodillas a un costado de la chica, y sus manos a cada lado de la chica, se acerco sonriente, y la chica sonrió a sentirlo

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El chaleco azul marino que llevaba en la mano se lo dejo caer en la cintura de esta, puso sus rodillas a un costado de la chica, y sus manos a cada lado de la chica, se acerco sonriente, y la chica sonrió a sentirlo.

- Ya estoy. *Susurro Malcon, la chica se volvio, pegando la espalda al suelo*

- Estas en camiseta. *Dijo al ver a su rubio de ojos azules, con la camiseta blanca dejándose ver los fuertes brazos de este*

- Mi chaleco de manga corta nada bajo ese hermosa trasero. *Dijo pícaro*

- ¿Como sabes como es? *Alzó las cejas Nessy*

- Tengo rayos X. *Bromeó* Quedate aquí, voy a por algo.

- Vale, te espero. *Dijo mientas vió como el chico se levantaba* No tardes.

Malcon fue a unas calles por bajo, a una cafetería que tenía muy buenos dulces.

MENTIRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora