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- No es lo que piensas. Cálmate. Sólo le diré que estoy en estado, no se como decirle eso.

- Pensé que...

- Piensas mal. *Lo interrumpió* No voy a contarle como se hace un bebé, eso creó que lo saben.

- Me asustas. Te veo capaz de tantas burradas.

- ¿Como cuál? *Alzó sus cejas*

- Como contarle que me escabullo por tu ventana y te despojo de cada prenda para hacerte mía, cada vez que mis padres me dejan salir por las noches y llegar tarde.

- Vaya todos los fin de semanas. *Se echó a reír*

- Exacto, mi hermosa dama.

- ¿Tus padres saben?

- ¿Que entró por tu ventana? No. Que voy a verte, sí.

- ¿Y de lo que me haces?

- Yo no te hago nada. Y no le digo lo que hacemos, pero creó que lo saben.

- ¡Que vergüenza!

- Nessy, vergüenza de nada. No hacemos nada malo. Yo solo te amo de todas las maneras posibles.

Llego la hora de la merienda y la madre de Pablo había echó unas magdalenas y batido de chocolate. Así que estaban en el salón comiendo los cuatros (Los padres de Pablo, Pablo y Nessy).

- Mamá, vas a ser abuela. *Dijo el joven sin darle importancia a las palabras que pronunció y se metió una magdalena entera en la boca*

- ¿Como has dicho? *Le pregunto la madre pensando que oyó mal*

- Que Nessy está en estado.

Sus padres respiraron profundamente, y Nessy quería que la tierra se la tragara.

- Hijo, una duda *Dijo el padre* ¿No sabes usar un maldito condón?

Nessy estaba tan extrañada, hablaban relajados, que ella no se lo creía.

- Sí es por tus clases de sexología, no sabría, pero soy un chico listo. *Le echó humor al asunto*

- Hijo, no es broma lo que te digo.

- Lo sé, lo sé. Estoy nervioso, tengo miedo. Y si se usarlo, un fallo lo tiene todo el mundo, sí no supiera usarlo serias abuelo de hace mucho.

- ¡La virgen! *Exclamo su madre* Hijo, no hables así. No quiero saber cuando mi hijo se me hizo tan mayor, dejemoslo en hace unos meses desde que nos vinimos aquí.

- Vale, vale. *Respondió el joven*

Cayó la noche e iban los dos jóvenes caminando a casa de Nessy. Cuando llegaron se sentaron en el jardín trasero para tomar unos refresco mientras la comida estaba lista.

- Bueno, debemos deciros una cosa. *Dijo Pablo, mientras Nessy se agarraba a la silla con cierto miedo*

- Hablen. *Dijo serió el padre de la joven*

- Vais a ser abuelos. *Soltó de golpe, con cierto miedo y firmeza en la voz*

- ¡QUE! *Grito dando un golpe en la mesa* ¡¿COMO CARAJO SUCEDIÓ ESO?!

Los jóvenes y la madre de ella se sobresaltaron por tal golpe.

- ¿Te lo explicó? Es muy fácil. *Dijo fijando la mirada en su suegro* Amo a tú hija, tuvimos una noche loca, bueno mas de una, y salió embarazada, un fallo de precisión.

- ¡Papá! *Hablo la joven* Por favor, no armes un problema de esto.

- Se supone que desvirga a mi hija ¿y debo aplaudirle?

- Él no fue, fue Malcon. *Dijo avergonzada y llorando*

Pablo la abrazo, y la beso, haciendo que se calmara, después de hablar y de sincerarse con sus padres, cenaron en calma.

Y lo mas importante prometieron no mentir más, no ocultar nada. Al fin ella se sentía liberada de tantas mentirás, y de sentir que los padres le hablaban con transparencia, diciendo lo mismo que habían dicho horas antes su suegros, que la apoyaría en todo, que ellos dos seguirían con los estudios y que a su hijo o hija no le faltaría nada.

MENTIRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora