Capítulo 6

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Killian sentía el miedo de Emma. Su magia no estaba funcionando, seguramente por el cansancio de haberla usado varias veces y por el terror que generaba estar en medio del océano en medio de una tormenta. No estaba seguro de cómo iban a hacer para solucionar la situación, pero tenían que pensar en algo.

Los dos estaban pensando que hacer. Se miraron dispuestos a intercambiar ideas, pero antes que ninguno de los dos pueda decir algo, fueron atrapados por una red y levantados en el aire hasta caer en el piso de madera de un barco. Habían sido atrapados por piratas. Emma se preguntó si esos hombres conocerían a Killian, si estarían dispuestos a ayudarlos o serían enemigos. Sus preguntas fueron respondidas cuando todos empezaron a saludar a Killian con fuertes abrazos.

- Capitán, que bueno que estés devuelta. – Lo saludó Robin con un abrazo.

- Gracias amigo. – Agradeció Killian correspondiendo el abrazo. – Es un honor que hayan aparecido cuando más los necesitaba. – Halagó a sus hombres y su barco. – Swan, mi querida estrella, bienvenida al Jolly Roger. – Dijo volviéndose hacia Emma.

Killian le presentó a toda su tripulación, y luego la llevó a su camarote. Le preparó un baño y le dio ropa seca para que se cambiara. Emma le hizo caso, se bañó y se vistió con la ropa que él le había dado. Al rato Killian apareció con una bandeja con la cena.

- Gracias. – Agradeció ella.

- Deberías agradecerle a Smee, él es el encargado de la cocina. – Dijo él dejando la bandeja en una mesa que había al costado del camarote.

- No, gracias por todo. Por haber ido por mí y haberme protegido, por haberme salvado aún cuando yo fui la que rompió nuestro trato y me escapé. – Explicó ella tímidamente.

- Si, debo admitir que cuando vi que te habías ido fue un poco decepcionante. – Dijo él, rascándose detrás de una de sus orejas de los nervios.

- Lo siento. – Se disculpó ella. – Es que es difícil para mí confiar en la gente. – Justificó. Hace tanto tiempo que no se relacionaba con personas y no sabía cómo funcionaba eso de la confianza.

- Entiendo, es difícil confiar en un tonto y sucio pirata. – Comentó él en un tono que pretendía ser chistoso, pero en verdad era muy amargo.

- Killian vos no sos solamente un pirata, eres un hombre de honor. – Dijo ella invadiendo el espacio personal de él.

- ¿Y cómo sabes eso? – Preguntó él desafiante.

- Te conozco. Toda mi vida te he estado escuchando, porque fuiste el único humano que ha acudido a mí a conversar y no solo a pedirme deseos. – Explicó ella. – Sé que eres valiente y leal, sé que tu lugar favorito es éste barco y el mar, sé lo mucho que sufriste cuando se murió Liam, y sé que aunque eres un pirata jamás lastimarías a un hombre inocente. – Relató con confianza.

- Yo también te conozco. – Dijo él sorprendiéndola. – Sé que eras la hija del Rey David y la Reina Snow, por lo cual debes haber conocido lo que es el verdadero amor. Sé lo difícil y solitario que debe haber sido ser una estrella después de haber vivido eso. – Comentó mientras usaba su garfio para jugar con el cabello de ella. – Sé que eres amable y buena, y ese el motivo por el cual hasta incluso de día brillabas. Querías ayudar a las personas a encontrar su camino a casa, porque sabes lo que es no tener una. – Expresó con convicción.

- Bien. – Dijo ella, después de un largo silencio donde se dedicaron a mirarse a los ojos.

- ¿Logramos un nuevo entendimiento? – Preguntó él curioso.

- Eso parece. – Asistió ella. - Buenas noches Killian. – Saludó ella dejando un beso en su mejilla.

- Buenas noches. – Devolvió el saludo.

Second Star To the RightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora