Capítulo 8

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El Jolly Roger hizo anclas en el pueblo de "Longwod", ese era el pueblo más cercano al "Bosque Encantado" que tenía puerto. Killian dejó su barco nuevamente a cargo de sus hombres, y partió con Emma hacia su destino. Llevaban una hora caminando, cuando de repente él sintió ruidos que lo hicieron alertar de que podían estar en peligro. Tomó a Emma del brazo y la empujó hacia detrás de unos arbustos, cayendo él arriba de ella en el proceso.

- ¿Estás intentando romperme la cabeza o la espalda? – Preguntó ella algo irritada.

- Lo siento. – Se disculpó él. – No quiero que te vean, no confío en nadie... - Comenzó a explicar.

- Pero si seguimos haciendo paradas... - Empezó a protestar ella, interrumpiéndolo.

- Estamos avanzando a buen ritmo. – Aseguró él interrumpiéndola. – No te preocupes, solo déjalo ir por un momento. – Dijo, animándose a apartarle un mechón rebelde de su cara.

- ¿No te sentís tentado? – Preguntó ella después de un largo silencio.

- ¿Tentado? ¿Con qué? – Cuestionó él, acercándose a ella tanto que sus narices se rozaron suavemente.

- Con mis poderes. – Respondió ella. – Digamos que si no fuera yo, que fuera otra estrella que no soy yo, y no la conoces. – Intentó explicar a lo que se refería.

- ¿Crees que sería capaz de matar a alguien para obtener sus poderes? – Preguntó él observándola intensamente.

- Eres un pirata. – Dijo ella, como si eso tendría que significar algo.

- Eso soy. – Asistió él. – Pero no soy solo un pirata, también soy un hombre de honor que cree en las buenas formas y los códigos. – Explicó con calma.

- Bien, quería asegurarme de que no habías perdido esa parte de tu ser. – Dijo ella con una sonrisa, recordando todo lo que había visto de él antes de que se convirtiera en pirata. Debía admitir que hasta en su vida de pirata él siempre se había mantenido fiel a lo que consideraba "buena forma".

- ¿Aparte qué me darían tus poderes de estrella? ¿Vida eterna? – Preguntó él al aire. – No creo que nadie quisiera eso, ya que sería una vida triste y solitaria. Salvo que puedas compartirla con alguien que amas. – Expresó lo que pensaba.

Una vez que los ruidos a caballo desaparecieron decidieron salir del escondite, considerando que ya estaban a salvo para hacerlo. Al comprobar que no había nadie a la vista, volvieron a emprender camino al "Bosque Encantado".

- Estás volviendo a desprender cierto brillo. – Comentó él mientras caminaban a lo largo de la pradera.

- ¿Qué se supone que hacemos las estrellas? – Preguntó ella irónicamente.

- ¿Atraer problemas? – Preguntó él ganándose un golpe de ella en su brazo. – Bien, déjame volver a intentarlo, ¿Molestar a Killian Jones? – Intentó, haciéndola reír.

- ¿Cuánto más tardaremos en llegar? – Preguntó ella una vez que se recuperó de su risa, cambiando el tema.

- Dos días. – Respondió él.

- ¿Dos días? – Preguntó ella. – No tenemos dos días, mañana es el casamiento de Milah. – Dijo ella seriamente.

- Que buena memoria. – Dijo él.

Emma sentía que el tiempo pasaba demasiado rápido y no les iba a alcanzar para hacer todo lo que querían hacer. Killian no iba a llegar a tiempo a detener el casamiento de Milah. Y en cuanto a ella, ya habían pasado dos semanas y todavía no había hecho nada de lo que necesitaba hacer para poder quedarse en la Tierra. No había recuperado el Reino de sus padres, ni tenía idea de cómo iba a hacerlo en tan poco tiempo. Ni tampoco había encontrado su amor verdadero, lo cual era lo más importante ya que era lo único que la haría poder quedarse. O quizás si lo había encontrado, el problema era que él no correspondía sus sentimientos.

Second Star To the RightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora