Un joven recostado en el asiento del avión recuerda con añoranza a su amiga de la infancia. Hace ya 10 años que no la ha visto, pero lo recuerda como si hubieran pasado tan solo unos cuantos días.
El avión aterrizara pronto, la idea de volverla a ver le causa un cosquilleo en todo el cuerpo, ¿Cómo le llama su hermano menor?, mariposas en el estómago, la felicidad lo tiene extasiado, no lo puede evitar, él es así. Un romántico empedernido.
Ve por la pequeña ventana de su asiento la ciudad que pronto pisaran sus pies después de 10 años de ausencia, solo con pensarlo, le dan ganas de apresurar el vuelo lo más pronto posible.
La azafata da la señal de que pronto van a aterrizar. Les pide a los pasajeros que se abrochen sus cinturones y apaguen su celular para tener un aterrizaje seguro. Antes de poder apagar el celular, recibe un mensaje de un amigo, el único que le ha dicho su llegada a la ciudad. Cuando iba a contestar el mensaje una azafata con la sonrisa forzada le riñe.
- Señor, lo siento escucho el anuncio, ya vamos a aterrizar debe guardar el celular ahora mismo.- la joven es encantadora. Pero con una voz agria.
- Si, disculpe señorita.- dijo con una sonrisa tranquila.
Terminado el vuelo, el joven recoge su equipaje con algo de nerviosismo. Al pasar por la entrada del aeropuerto busca con la mirada a su amigo. No tarda en encontrarlo, ya que un gran letrero de grandes letras lo reciben con cariño.
"BIENVENIDO DE VUELTA, GUSTAVO"
La emisión de ambos amigos se podría decir que es como la del resto de la gente que se encuentra con amigos y familiares. Pero este encuentro no es común, los dos lo saben, por el lado de Gustavo, el regresar a su ciudad de origen le causa alegría y por el lado de su amigo Paolo, el tener de cerca a su amigo de secundaria le emociona.
- Vale, Guss, sí que has crecido, ¿Cómo fue el viaje?- dice Paolo después de terminar el abrazo.- como no me respondiste el mensaje creí que te ibas a tardar.
- Estuvo bien, si disculpa amigo una azafata no me dejo prender mi teléfono, y no lo pude ni ver.
- Es que a ti solo te puede suceder cosas así.- Paolo soltó una carcajada amistosa y entre pequeñas palmadas en el hombro se dirigieron al auto de este.
La esposa de Paolo los esperaba en el auto con otra sorpresa para Gustavo.
Cuando la chica los ve caminando, una sonrisa se dibuja en su rostro, el amigo de infancia de su novio, por fin lo conoce, Paolo no le quería decir por qué se fue en primer lugar, y porque después de 10 años decide volver. Cuando ambos chicos están cerca del auto, la chica sale para recibirlos.
- Amor.- beso largo para Paolo, Gustavo comprende que se trata de la novia de su amigo, valla, sí que es bellísima, no puede esperar menos de Paolo.- ¡oh! Disculpa, mi nombre es Danna, mucho gusto, Paolo no paraba de hablar de tu llegada.
Gustavo ve que la chica tiene un carácter muy fuerte, decide ser cortes para no tener problemas en el futuro.
- Danna, mucho gusto, ojala nos podamos llevar bien.- le tiende la mano, y nota que la chica vive bien, anillos bellísimos, adornan las manos delgadas y blancas de la joven.
Danna es una chica bellísima, tez blanca, de silueta delgada, pero con buenas proporciones, su cara era pequeña, pero con los ojos avellana más intensos que haya visto Gustavo, labios carnosos, y todo aquello adornado por su pelo largo y negro azabache. Viste unos jens negros pegados que logra ver sus piernas tonificadas, y una linda blusa azul marino.
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Amor entre cartas
Romansa"Hace mucho que no se de ella Le escribo todos los días ......esperando El día que me conteste....." DESPUÉS DE CASI 10 AÑOS DE AUSENCIA, ÉL AHORA EMPRESARIO GUSTAVO R. A VUELTO A LA CIUDAD QUE LO VIO CRECER. SU LLEGADA ES UN MISTERIO...