Estúpido y Amado Destino

Capítulo 5

Cuando sonó la alarma sólo salte del sillón y me aliste para salir al trabajo, Sophia me pidió que la llevará a su primer día en la Universidad, (va a estudiar derecho como Alberto). La dejé en la entrada y seguí mi camino, cuando iba a entrar a la compañía vi algo que me impresionó a Gustavo con una mujer creo que se llama Mariela, trabaja en la compañía, cuando Gustavo me ve, inmediatamente abraza a Mariela y me sonríe.

Entonces entiendo que el si me recuerda, solo que ya tiene a alguien más en su vida eso me hace recapacitar y seguir mi vida. Cuando por fin reaccione le devuelvo la sonrisa y entro en la compañía para después  dirigirme a mi puesto, me sentía furiosa conmigo misma por ser tan ingenua,me puse a trabajar en los bosquejos y los fui a presentar, como sabía que Sophia estaba en la universidad salí a comer sola, además quería despejarme un poco. Cuando llegué a un  restaurante de comida  rápida, me tropecé con un muchacho. ( que podía perder si le hablaba?  Nada  supongo,  ya no podía perder nada)
Hola, disculpa no me fijé por donde iba...- dije- un momento ¿Esteban? Eres tú?...
April tanto tiempo, pequeña, ¿que has hecho?- dijo
Yo no podía salir de mi  asombro, el era mi mejor amigo pero había perdido contacto con el porque se fue a Holanda a estudiar, y como siempre el estupido se olvidó de mí existencia.
Luego de hablar por un rato me contó que todavía no se había casado y que no lo planeaba, el era millonario y no necesitaba estar pendiente de nada más, todo era como antes solo que el había crecido y se había hecho muy guapo pero no se lo iba a decir porque le subía el ego más de lo que lo tenía, le conté de mi nuevo trabajo y de Gustavo como era de esperar el sabía todo lo que sentía, a pesar de no vernos tan seguido (7 años) yo solo me desahogue y terminé mi almuerzo al igual que Esteban, el se ofreció a llevarme, como siempre me  cuida.
Cuando íbamos saliendo del restaurante le pregunto cual era su carro y el me responde para mi sorpresa que es un Jeep y tiene chofer, nos montamos y me lleva a la empresa cuando me voy a bajar el me abre la puerta y me bajo, como vi que Gustavo estaba ahí le di un gran beso a  Esteban y me despedí diciéndole que nos volviéramos a ver y que lo quería. Gustavo volvió su mirada y se podría decir que todo rasgo de sonrisa desapareció.
Gustavo siempre había visto a Esteban como amenaza o algo  así, nunca le había agradado, y tampoco Esteban lo quería cerca de mi, porque había lastimado a su pequeña.
Entre a la oficina con mucha satisfacción y con mi orgullo muy alto, para seguir con mis labores.