Capítulo 7

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Me levanté como todas las mañanas y me aliste, cocine algo para mí y le deje servido a Sophia. Llegué temprano al trabajo y tenía 10 bosquejos  más, entonces me puse a  trabajar, cuando se abrió la puerta y como lo suponía era Gustavo que llevaba una muy mala cara por cierto, a penas me vio intento sonreír pero yo seguía en lo mío como si no hubiera nadie, al rato de estar trabajando llegaron para dejarme una flores con un globo que decía "Te amo eres todo para mí" claro yo sabía que era Esteban pero hice cara de enamorada.
Cuando volví a ver a Gustavo el solo intento controlar sus reacciones, que sabía que estaba apunto de matar ha alguien, no sabía porque pero feliz coloque las flores una mesita que tenía para mis cosas y seguí con lo mío para cuando ya era hora de  almorzar, Esteban me llamo y me dijo que me iba a recoger. 

Dije mi primera palabra en todo el rato 

-Adiós, si me buscan estoy almorzando con Esteban

A lo que Gustavo respondió con un gesto de molestia y me dijo adiós con una mano, para cuando salí ahí estaba el viéndome con una sonrisa de oreja a oreja. Creo que quien se enamore de Esteban va a ser una persona muy afortunada, cuando llegamos al lugar pedimos y nos sentamos a comer, comenzamos a hablar de todo un poco cuando comenzó a sonar el celular era de la oficina así que conteste lo más rápido que pude 

-hola, quería comentarte que tenemos una junta, así que vuelve rápido- dijo Gustavo 

- bueno, gracias por avisar llegare lo más rápido que pueda- y corte la llamada 

bueno creo que me tengo que ir porque tenemos una junta con un cliente muy importante- terminamos de comer y me regreso a la oficina. Cuando llegue Gustavo me dijo que fuera con el, nos dirigimos a la sala de juntas y en ella solo estaba mi querido jefe, Gustavo, una gente que no conozco y yo, supuse que Gustavo se iba a ir pero no lo hizo así que espere a que empezara la junta. Despues de escucharlos hablar, dijeron que este proyecto necesitaba a los dos mejores arquitectos (una de esas era yo) entonces los afortunados a ocupar ese puesto eramos Gustavo y yo...

Casi me muero cuando escuche que teníamos que trabajar juntos, pero me iban a pagar por eso así que valía la pena la tortura 

Estúpido y Amado DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora