Capítulo 3

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No pude contenerme y le abracé, pero rápidamente le solté.- Podríamos ser amigos, pero no quiero ser falsa, no me fio de ti, no me caes bien, que ahora te esté consolando no significa que vaya a cambiar mi actitud contigo.-

Me di la vuelta y me fui directa al comedor. Busqué con la mirada a mi amigos y los vi en la mesa de siempre, cogí mi comida y fui con ellos.- ¿Por qué has tardado tanto? Te hemos esperado en la puerta de tu clase pero no había nadie.- Me encogí de hombros.- No me encontraba bien y fui al baño, pero tranquilos ya estoy bien.- Todos parecieron creérselo.- Ah Hades,- dijo Becca- ¿sabes quién me ha preguntado por ti?- Él se encogió de hombros a modo de respuesta, aunque no mostraba ningún interés.- Sara Heston, ¿sabes quién es verdad?- Negó con la cabeza.- Es una de las populares, o sea famosilla, bueno, me ha preguntado que si tenías novia y yo le he dicho que no.- Cuando terminó de tragar su sándwich respondió.- Pues ahí te has equivocado hermosa.- Y vi algo inimaginable, una pequeña sonrisa. Abrí mis ojos a modo de sorpresa al igual que los demás.- ¿Has sonreído?- Fue su hermano quién preguntó.- Joder tío, si cada vez que lo haga os ponéis así prefiero no hacerlo.- Todos cambiamos rápidamente nuestra expresión.- Bueno perdona Hades,- me acerqué un poco a él y besé su mejilla,- ahora, ¿nos vas a decir quién es la afortunada?- Asintió y comenzó a ponerse rojo.- Se llama Chelsea, es alta, un poco menos que tú Angy, delgada, rubia, ojos azules, buena estudiante y clase alta.- No puede ser.- ¿Sabes el apellido de Chelsea?- Asintió.- Lewis, Chelsea... Lewis.- Entonces cayó.- No, no puede ser, ¿ella es...?- Asentí con la cabeza y terminé.- La hermana de Estefanía.-

Ya había terminado el patio, ahora me tocaba lengua.- Buenos días alumnos, como podéis ver yo no soy vuestro profesor de lengua, soy vuestra profesora de música. El señor Hollow se ha puesto enfermo y yo les daré clase ahora, he comprobado las listas y son los mismos alumnos que en clase de música así que comenzaré.- Sacó un montón de papeles de su carpeta.- Estos papeles son en los que ustedes anteriormente han escrito unos sentimientos. Bueno, quería hacer una obra de teatro, por eso hice este ejercicio, para ver la creatividad de cada uno, su expresión etc... La obra es muy famosa, seguro todos la conocéis, Romeo y Julieta. ¿Os suena verdad?- Toda la clase dijo Sííí al unísono.- Lo imaginaba, ya tengo los papeles repartidos, están en el tablón de anuncios en el pasillo, aunque antes de que vayáis me gustaría decir una cosa.- Me miró y después desvió la mirada hacia Dylan.- Ustedes dos han escrito exactamente los mismos sentimientos, los dos están igual de completos, sois quienes más sentimientos han escrito por lo que sois protagonistas de la obra. Un gran aplauso a Romeo.- Señaló a Dylan.- Y a Julieta.- Me señaló aplaudiendo junto con los demás alumnos.

Esto no puede ser, ¿todo lo voy a tener que hacer con Dylan? Creo que los profesores me odian, todo el universo lo hace en realidad.

Me levanté corriendo hacia la profesora cuando los demás fueron a ver qué papel les había tocado.- Profesora por favor tiene que cambiarme a mí, o a Dylan, por favor.- Ella frunció el ceño.- ¿Por qué?- Estúpida pregunta.- Porque... emm... vamos a ver... bueno, le odio.- Se me había olvidado que estábamos solos en clase, pero Dylan no había salido, estaba hablando alto y seguro me había escuchado. Giré ligeramente la cabeza hacia él y lo encontré cabizbajo.- Bueno mire... da igual, actuaré con él.- ¿Pero qué estás haciendo estúpida? Esta profesora seguro te habría cambiado el papel, eres tonta, ¿para qué le dices eso? Agg, ¿te quieres callar estúpida conciencia? Tan solo me sentía culpable.

Terminó esta clase y tocaba dibujo.- Buenas tardes alumnos, hoy vamos a trabajar los retratos.- Nuestra clase estaba orientada a la mesa del profesor, y en vez de mesas como en todas las aulas habían caballetes con hojas donde pintábamos lo que el profesor nos decía.

Estaba sentada en la última fila, Zeus se sentaba delante de mía, a mi derecha tenía a O'brien y a mi izquierda la pared, habían cuatro filas con gente.- Bueno, vais a retratar a alguno de vuestros compañeros. Lo organizaré yo. Estas dos filas,- señaló a las dos filas de la derecha,- pintaréis a vuestro compañero de lado, y vosotros igual.- Yo pintaría a Dylan y él a mí, que bien, genial. IRONÍA, IRONÍA Y MÁS IRONÍA.

¿Por qué Dylan? ¿Por qué?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora