~Milagro de vida~ [Mpreg](Wigetta) TERMINADA

-Capítulo doce-

"Él estaba feliz por tener un novio como Guillermo, tan simple y tan poco afectuoso, que cuando se lo propone puede hacer que el corazón de Samuel se derrita en menos de tres segundos, y eso era algo que Samuel apreciaba con todo su corazón de Willy"

Narra Willy:

—Rayos...—murmuré. A la vez que pasaba el tiempo, mi estómago seguía creciendo y creciendo, ya había pasado 5 meses.—Ug....—me quejé, el tamaño de mi estómago no me dejaba dormir como yo quisiera y eso era, por lo general, incómodo—Ah, mejor voy a por agua.…—dije parándome despacio para no despertar a Samuel—De repente se me antojó...—miré a Samuel profunda y plácidamente dormido—No, ¿que cosas dices, Willy?—

Me paré y me dirigí hacia la cocina, cogí la jarra y vacíe un poco de su contenido en el vaso, lo agarré y lo bebí sintiendo como el agua humedecía mi garganta seca llevándose algo de mi pereza por ahí. Y por razones de mi naturaleza me dio ganas de ir al baño.

Al terminar todo me lavé las manos y me miré al espejo, mis mejillas, que ya de por sí que son grandes, se habían vuelto incluso más grandes, mi estómago era más grandes, mis pezones se volvieron más hinchados, mi trasero más abultado y mis tobillos se hincharon un poco, mi cuerpo cambió.

Después de la minuciosa repentina inspección que me hice, regresé a la cama para seguir durmiendo tranquilamente al lado de Samuel.

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Al despertarme pude sentir el agradable olor a tostadas con miel de maple, giré un rato por la superficie de la cama y, aún con pereza, me senté en un borde y me paré.

—Eh, Guillermo—dijo Samuel ingresando a la habitación— Ya te despertaste, estoy preparando el desayuno, ¿quieres tostadas con miel, mantequilla o jalea?—

—No sé—respondí— ¿Una de cada una?—

Samuel se quedó observándome silenciosamente por un minuto para luego sonreír con dulzura y dirigirse a la puerta.

—¿Willy?— dijo antes de irse.

—¿Hm?—respondí.

—Goloso—

—Já, mira quién lo dice, Sr. Samuel "Gomitas de osito" De Luque—contesté con una risa burlona.

—Pues entonces tú eres el Sr. Guillermo "de Samuel Gomitas de osito De Luque" Díaz. ¿No?—me miró a los ojos, provocándome— O que tal: Guillermo De Luque, suena lindo, ¿no crees?—

Me sonrojé con sus palabras y me volví a cubrir con el edredón de la cama. »Guillermo De Luque, suena bien eh«

—Anda, levántate—me decía— Vamos a desayunar, Willy—

—Sabes, Samuel...—susurré.

—¿Qué dices, Willy?—me preguntó casi riendo— Que no te puedo escuchar con to'a la cama encima de tu cara, hombre—

—Samuel Díaz—dije más fuerte ya saliendo de la reconfortante, cálida y cómoda cama— También suena bien, ¿no crees?—

Después de la muy, muy, extraña conversación, los dos salimos hacia la cocina para poder desayunar, juntando nuestras miradas mientras comíamos.

»¿Jugamos?«—sentí que pensábamos los dos al mismo tiempo y una sonrisa juguetona invadió nuestras caras.

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