-Capítulo cuatro-

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Narra Vegetta/Samuel:

-¡Cállate! Tú ahora me complacerás si o sí- le sujetó el cuello, levantándolo del piso brúscamente- Tú me destrozaste el corazón, ahora yo destrozaré tu virgen culo- dijo sin pena, levantó el brazo para golpear a Guillermo, él estaba preparado para recibir el golpe, pero nunca llegó.

- Nadie va a destrozar a nadie- dije muy molesto. Este tipo iba a golpear a Guillermo, y diciendo tales palabras, no se lo perdonaré tán fácil- A menos que quieras que te destroze la cara, gillipollas- amenacé.

- Oh, vino su noviesito Vegetta a protegerlo- respondió escupiendo sus palabras- ¿Quieres golpearme?- preguntó- Atrévete, hijo de puta, no eres más que un maricón afemi...

- ¡Cállate!-no le dejé seguir con sus palabras ya que mi puño estaba en su cara, la fuerza hizo que se cayera al piso.

- ¡Oye!-me gritó, pero le hice caso omiso.

Me senté encima de él y lo golpeé dos veces más, uno más fuerte que el otro, salía sangre, le había roto la nariz.

- ¿Nadie toca a mi Willy, entendido?- escupí en su cara, lo seguía golpeando, le rompí el labio y la ceja, se veía terrible, pero me empujó y me atinó un golpe en mi rostro y sentí un agudo dolor en el labio, me lo había partido, me dio otro y yo igual, mi cabeza me dolía a montones, estaba en shock y estaba listo para recibir otro golpe suyo, y fuerte, pero impactó con otro cuerpo que se puso delante mío. Un ruido sordo se escuchó, un cuerpo cayendo al piso- Willy...-susurré al ver su cuerpo desmayado delante mío.

Narra Willy/Guillermo:

La fiesta estaba de bien a mejor, todos bailando, conversando y con energía. Aarón aún no llegaba, y espero que nunca llegue, tengo un problema bastante mal con él, era mi pareja en la universidad, y a él le afectó mucho el haber roto yo con él, y juró que me haría pagar.

Me aseguré de revisar a todos lo invitados, para ver si no había llegado, Frank estaba bailando con una chica en la sala, amontonado de gente, Alex estaba conversando con unos amigos míos, y a Samuel lo había perdido de vista.

La fiesta comenzaba a subir de tono, a los treinta minutos ya estaba borracho al punto de querer desmayarme, veía todo borroso, mi cuerpo ya no respondía por mí.

Quería salir a tomar un poco de aire fresco, el olor a alcohol no era muy lo mío, así que me dirigí a la puerta del patio interior, la abrí y me aseguré de que no haya nadie; entré y me recosté en el verdoso pasto.

- Vaya, vayaa...- mi piel se erizó y me empalidecí- Parece que el gatito se mareó un poco por tanta bebida- dijo el chico al que le había roto el corazón- Hola, cariño- lo dijo con su voz burlona, una de las muchas razones de porqué lo dejé- ¿Aún me recuerdas, no gatito?- habló, me levanté rápido del frío pasto y caminé, con dificultad, hacia la puerta- ¿Te vas a algún lado?- me preguntó.

No podía responder, sentía que mi lengua no se movía.

- ¿Qué? ¿El ratón te comió la lengua?- sentí mis mejillas un poco sonrojadas, se acercó más a mí- ¿O quizás el perro sí?

- ¿Q-qué?- pregunté.

Aaron comenzó a besar mi cuello, lamiéndolo, chupándolo, y dejando marcas por todo lo largo de este, me tenía sujeto fuertemente de las manos, no tenía escapatoria.

- Mn...Aún sabes delisioso- mencionó mientras aspiraba más la piel de mi cuello, causándome suspiros de dolor e incomodidad, se sentía muy desagradable, culposo- Te daría toda la noche- dijo sin vergüenza tocándome el trasero, mis mejillas se encendían más, y más, sentía que iban a explotar- ¿Qué dices si dejamos a todos los parguelitas y nos vamos a mi casa?

~Milagro de vida~ [Mpreg](Wigetta) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora