OLIVER.
James me apartó suavemente de la puerta para entrar y se presentó a Melissa, rodé los ojos al ver que mi hermano había puesto esa mirada que siempre utiliza para ligar.
-Mucho gusto. Soy Melissa Harrison pero prefiero que me llamen Mel - le devolvió la sonrisa a mi hermano y nos guió hacia el comedor.
En el comedor ya se encontraban allí Harry y Jennifer sentados, nada mas vernos se levantaron para saludarnos.
Al rato llegó mi padre y por fin pudo dar comienzo esta horrible cena. Sinceramente no hay nada mas que odie que este tipo de cenas, sino fuera por Melissa que me cae bien me hubiera negado a venir. Bueno a quien voy engañar, no he venido solo porque Melissa me cae bien sino porque me atrae. He estado pensando toda la dichosa tarde en ella, me gusta su forma de sonreír y lo real que es. No es una gran falsa como lo es mi familia o Crystal. Ella dice lo que piensa sin rodeos y eso me gusta. No es como las demás chicas que conozco de buenos apellidos, ella es diferente a todo. Me gustaría poder darme una oportunidad con ella, mas bien, que ella me la de a mi.-¿Y qué estudias, Melissa?- le preguntó mi padre.
Había estado tan sumido en mis pensamientos que había estado casi toda la cena ido, hasta que oí el nombre de la mujer quien pensaba.
-Arte, pero aun no terminé la carrera - sonrió, pero yo pude leer a través de sus ojos como se sentía, tristeza era la palabra exacta ¿por qué?
-¿Arte? - preguntó mi padre sorprendido dirigiéndose a su madre - Creía que estudiarias algo relacionado con la empresa de tus padres para poder trabajar ahí. Algún día serás tu quien la herede...- mi padre la estaba empezando a incomodar.
-¿Dibujas? - corte a mi padre, sentí su mirada fulminante en mi pero yo seguí enfocando mi vista en ella.
-Si - sentí como con la mirada me daba las gracias por cambiar de tema.
-¿Y que haces? Bueno, me refiero ¿Qué dibujas?
-Lo que veo. Las cosas reales que hay en este mundo - Me dirigió una sonrisa.
-¿Y no haces retratos? - habló mi hermano - Podrías hacerme uno ¿te gustaría? - ya estaba mi hermano empezando a coquetear, algunas veces tengo ganas de arrancarle la cabeza.
Sentí me Melissa se volvía a poner triste ¡mierda!¿Por qué tienes esos cambios?
-No hago retratos - dijo lo mas cortante que pudo, su madre le miro mal.
-¿Qué no haces retratos? - dijo Harry incrédulo - Yo que recuerde - empezó a hablar con una sonrisa - cuando fuimos por primera vez a tu departamento en España, tenías millones de retratos de muchas personas colgados por toda la pared.
-Harry, lo que hacia en España se quedo en España - le respondió fría.
-¿Estuviste en España? - le preguntó mi hermano - Yo estuve allí hace unos años de vacaciones con unos amigos. Para especificar en Granada.
-Si - su mirada era la mas fría que podías ver - En Madrid.
-¿Y...?- siguió mi hermano hablando.
-Si me disculpais - interrumpió a mi hermano y se levantó de la mesa para irse de allí.
Espere un rato para levantarme e ir tras ella. Sé que había subido a su habitación y me acordaba perfectamente de donde estaba.
Pete una vez a la puerta antes de entrar y verla tirada sobre su cama con el maquillaje corrido y lágrimas en los ojos.-Mel...- conseguí articular, verla así me hacia sentirme mal.
-Oliver - se sorprendió, se levantó de la cama y limpio sus lágrimas con las mangas de su blusa - ¿Qué haces aquí?
-Lo siento.
-¿Qué?
-Te hemos incomodado en la cena y por ello en nombre mi familia y el mio te pido disculpas.
-No es culpa vuestra...solo...es que - empezaron a caer lágrimas de nuevo por sus hermosos ojos azules.
Me acerque a ella y la abrace, ella empezó a sollozar en mi hombro. Creo saber lo que le pasa, sé como se siente. Tiene el corazón partido, pero me da a mi que mucho peor que yo.
-Lo siento...yo - se separó de mi y se dio la vuelta avergonzada para que no le viera el rostro.
-No tienes porque avergonzarte por llorar - la agarre del brazo y la gire con suavidad para tenerla de nuevo de frente - Todos lo hacemos.
-Yo...- bajo la cabeza.
-Tampoco tienes porque darme explicaciones - me miró a los ojos - Yo también tengo el corazón partido, pero dudo que sean en tantos pedazos como lo tienes tu - con la yema de los dedos le limpie una lágrima que resbalaba por su mejilla.
-Gracias - me abrazo.
Lo único que ella necesitaba era un hombro sobre el que llorar sin que nadie le pidiera explicaciones.
Yo solo quería tenerla cerca de mi porque a su lado me sentía a gusto, sentía algo diferente en mi interior.
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Inolvidable © [Actualización lenta]
Lãng mạn'Algunos simplemente caminan bajo la lluvia, otros se mojan.'