Capítulo 3

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MEL.

Y aquí estaba yo. Sola, destruida y rota. Me encontraba delante de la tumba de Derek, si, Derek murió aquel día. Ese día fue mi destrucción.
Lo peor de todo es que ni lo pude ver, ni siquiera podía ver donde estaba enterrado, solo sabia donde estaba gracias a Meghan.

Mi madre me exigió que me fuera con ella a Nueva York, es donde estaba la casa donde mi crié, ahí me opereria un médico para recuperar mi vista. Aunque ya no me importa nada, mi vida se fue cuando Derek se murió. No me negué a irme con ella, como en un pasado seguramente hubiera hecho.

El piso que teníamos, bueno ahora es tenía, que triste suena, lo iba a seguir alquilando aunque ya nadie viviera en él. Ese sitio fue nuestro nido de amor y no me pensaba separarme de él, si hacia falta estaba dispuesta a pedirle dinero a mi madre para pagarlo.

-Te amo - era extraño oír mi propia voz, hacia días que ya no hablaba - Nunca te olvidaré.

Fue todo lo que dije delante de la tumba de Derek, de mi vida. Al día siguiente estaba en un vuelo hacia Nueva York con mi madre. Fue un viaje mas que agotador. Quise ir a acostarme un rato pero nada mas llegar mi madre quiso que fuera a hablar con el doctor que me devolvería la vista. Así es como me tuve que volver a quedar internada en un hospital, porque al día siguiente me operarían.

Mi madre parecía no darse cuenta de que me hacia más daño estar aquí, nada mas salir del hospital de Madrid me metían en otro. Además de eso lo de recuperar la vista me hacia aun peor, no quería volver a ver las cosas bellas de la vida sino era con Derek, y él ya no esta.

-¿Mamá? - la llamé, estaba en la habitación del hospital.

-Dime cariño - noté que se había sentado a mi lado, su mano empezó a acariciar mi mejilla.

-No quiero operarme.

-Cariño sé que es pronto pero cuanto antes mejor. Tienes que volver a organizar tu vida.

Mi vida estaba organizada para ser compartida con Derek ¿Cómo quiere que la vuelva a organizar? Los dos fundariamos una ecsuela de música y arte en un futuro en el que tuviéramos mas dinero, después nos casariamos y formaria una familia con él, era triste saber que esos planes ya no se iban a cumplir.

No dije nada mas, mi madre me obligaría a operarme así que era tonto luchar. Lo único que me quedaba era vivir con la mitad de mi alma.

Una semana paso en la que ya pude volver a ver. La primera imagen que vi fue la de mi madre llorando. Después de eso recibí llamadas de mis amigos de España preguntándome como estaba, todos se alegraron con la noticia de que ya veía, parecía que a la única que no le alegraba la noticia era a mi.

***

Mi padrastro tuvo la gran idea de hacer una fiesta en mi honor. Aunar les dije tanto a mi madre como a mi padrastro que no quería ellos hicieron los que les dio la gana, porque hoy es el día de la fiesta.

Me encontraba delante del espejo con una cara de zombie increíble, hace como un mes que no duermo.

-Melissa aun no estas lista - dijo miadre frustrada entrando por la puerta - Te ayudare a arreglarte.

Me obligó a que utilizara el vestido rojo que me comprará para la ocasión y me aliso el pelo. Me maquilló haciendo que mis ojeras desaparecieran, había hecho un gran milagro para eso.

Los invitados empezaron a llegar, gente que yo solo había conocido de pequeña o gente que conocía mi padrasto.
Mi madre me llevaba del brazo arrastrándome a conocer a todos los invitados.

Inolvidable © [Actualización lenta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora