Percy

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Era de noche y la cena en el campamento mestizo ya había terminado.
Ví que se dirigía al borde del lago y cuando estaba pasando por la última cabaña lo alcance.
Note que se ponía a la defensiva unos segundos antes de que se girara y me mirara sorprendido.
- tenemos que hablar acompañame a mi cabaña un momento.
- no podías esperar hasta mañana? Todos duermen y es casi media noche.
La voz de Nico sonaba seria pero eso no me importó, necesitaba hablar con él por muy tarde que fuera. No soportaba sentir tantas cosas por alguien que me odiaba sin ni siquiera saber porque lo hacía. Además aunque no estuviera dispuesto a admitirlo moría por estar solo con nico en mi cabaña.
Caminamos en silencio hasta mi cabaña, me ponía nervioso tener al hijo de Hades caminando detrás mío.
Cuando entramos no resistí más, necesitaba conocer la verdad, lo necesitaba a él y ésta era mi oportunidad de tenerlo. Lo empuje contra la pared y me acerque tanto a el que nuestros cuerpos casi se tocaban, dioses iba a descubrir que lo deseaba, pero no pude evitar hacerlo, Nico me volvia loco. sentía el calor que desprendía su cuerpo, notaba su olor a lluvia y pinos. Algo raro para un hijo de Hades. No se movía, casi ni respiraba, ni siquiera me miraba. Si tan solo supiera que en los últimos meses ya no era Annabeth en la que pensaba. Si supiera que me volvía loco que cada noche pensaba en él y no podía evitar correme al hacerlo. Si supiera que no solo lo deseaba sino que también lo amaba.... Tal vez me odiara más. Necesitaba que supiera lo que sentía. Aunque primero debía descubrir que sentía Nico.
- mirame Nico
- que quieres?
- ya te dije quiero hablar pero necesito que me mires.
Sin querer mi voz había sonado mas suplicante de lo que pretendía al admitir que lo necesitaba pero esto hizo que Nico se sonrojara y tuviera un escalofrío. No pude resistirlo, me encantaban sus reacciones asi que me acerque más, note su nerviosismo y mi excitación me hizo pensar que tal vez estaba un poco duro por mi. Pero necesitaba concentrarme en hacerlo hablar.
- mirame Nico por favor mirame
Sabía que sonaba demasiado desesperado pero no me importó.
Alzo la cabeza lentamente y por un momento se quedo mirando mis labios. Me hizo temblar y querer besarlo. Pero de repente aparto la vista.
- gracias... Nico por que... Porque me odias?
Mi voz se quebró al preguntarlo.
Me dolía insoportablemente que el chico al que amaba me odiara.
- no te odio.
No lo soporte. Había pasado meses sufriendo por eso y ahora resultaba que "no me odiaba", me enoje muchísimo.
- no? Entonces porque nunca me hablas o me miras, he tratado de ser tu amigo de muchas maneras pero tu continuas odiandome.
Decir  "amigo" era poco para lo que quería ser de nico pero no quería que huyera. No ahora.
De repente Nico me miro fijamente y lucía muy enojado.
- crees que te odio hijo de Poseidon? Que los odio a ti y a Annabeth?, pues lamento decirte que te equivocas *sesos de alga*.
Fue un golpe demasiado bajo. Me dolio y me irrito, Nico sabía que mi historia con Annabeth había tenido un momento muy malo y aunque ahora sólo somos amigos aun hay cosas que duelen.
Me pege totalmente a el estripandolo contra la pared, aunque no note su cuerpo, no lo había hecho por deseo sino por ira. Me miraba nervioso y algo mas que no lograba descifrar pero ahora mismo no me importaba. Sabia que mis labios estaban a unos milímetros de los suyos pero estaba demasiado enojado para sentir vergüenza o deseo.
- nunca jamás me llames sesos de alga, Di Angelo, puede que seas un hijo de
Hades pero no te tengo miedo, nunca te he tenido miedo, sólo quiero llevarme bien contigo.

Los Hijos De Hades Y PoseidonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora