Del odio al matrimonio sólo hay un paso.

Resolviendo Problemas.

CAPITULO 5

"Del odio al matrimonio solo hay un paso"

La paz tan deseada entre los clanes, el crecimiento de la aldea, que los niños pequeños no tuvieran que ir a peligrosas misiones donde tuvieran que arriesgar su vida, el orfanato construido por la agradable pelirroja, el cual administraba ella misma, la adición de nuevos miembros, tener un bello esposo que estuviera a punto de darle hermosos hijos... todo se olvido en el minuto que al pasar la puerta de su habitación descubrió a Madara acariciando perezosamente un gato, qué trataba de tocar sus labios con su nariz, fue una molestia que el médico Hyuga, prohibiera a su esposo usar el Sharingan con frecuencia, sino se daría cuanta que lo que estaba en su regazo no era un inocente minino, sino un vil demonio pervertido que le gustaba los embarazados de una forma perversa, o por lo menos eso pensaba el Senju.

El ninja que aparentaba ser un felino al sentir el chakra asesino de Hashirama se escapo de inmediato, dejando a un Hokage furioso y vengativo a sus espaldas, el cual estaba cavilando quién sería el que estaba escondido bajo ese disfraz, sino se equivocaba el hombre era del clan Sarutobi, probablemente el sobrino del ninja que usaba la ilusión de convertirse en gato, ya había atrapado al joven mirando a su esposo de manera sospechosa, cuando precedían el consejo militar la última vez que fueron, según se acordaba cuando el chico le fue presentado el apellido de la familia era Tora, fue cuando un idea llego a su mente, el rey del país del fuego había expresado interés en tomar a Konohama como parte de su poderío militar y por supuesto se necesitaría un ninja que protegiera a la familia real, su misión duraría mucho tiempo quizás por generaciones, habían discutido a quien enviar, teniendo en cuenta que era a una misión a largo plazo.

Sonrió sádicamente ya había encontrado el ninja perfecto para ello, la reina del país de fuego amaba con locura los gatos ¿Qué mejor forma de protegerlos, que enviar un shinobi bajo ese disfraz? Discutiría la idea con Tobirama el cual estaba seguro, no tendría objeción alguna, el chico no estaba casado así que no dejaría nadie atrás, además si sus suposiciones eran ciertas el padre del muchacho tampoco reclamaría, teniendo éste que cuidar de su hija viuda y sus tres nietos, el sueldo por esta misión de suma importancia les vendría bien ¿Además que mayor honor para un guerrero que proteger al rey y su familia?

El peli-negro miro a su esposo, que parecía tener una sonrisa extraña en su rostro, la verdad le gustaba bastante parecía cruel, se pregunto quién era el pobre idiota que habría molestado tanto al hombre generalmente dulce, bonachón e infantil, para despertar ese lado desconocido en él, pero a pesar de todo lo sensual que parecía, resultaba un poco escalofriante, por lo que sin dudarlo le comento.

—No conocía, ese lado de ti, luces como un verdadero guerrero, sediento de sangre, pero a pesar de que pareces llamativo no deberías hacerlo frente a tu esposo con ocho meses de embarazo, hazlo cuando nazcan los bebes, necesito ejercicio.

—Así que te gusta esta expresión, la haré más a menudo cuando estemos solos, te aseguro haremos mucho ejercicio.

Madara tardo unos segundos, para entender el significado oculto en el tono insinuante de su esposo, abriendo sus ojos cuando se dio cuenta de lo que quiso decir.

—¡Me refería a entrenamiento, que no puedes pensar en otra cosa que no sea en $#%€ #$% # eres un maldito pervertido! ¡ Necesito recuperar mi condición física, estoy hastiado de estar quieto sin ir a misiones, necesito pelear disfrutar del fragor de la batalla! Desearía...desearía ir al baño sin ayuda—murmuro el peli-negro intentando incorporarse del sillón, siendo ayudado de inmediato por Hashirama.