Mi respiración cada vez se aceleraba más y más, parecía que mi corazón iba a salirse de mi pecho, un inmenso miedo se apodero de todo mi cuerpo, esto tenía que ser una estúpida broma de muy mal gusto, yo solo estaba esperando a que encendieran la luz y apareciera un montón de gente con una cámara grabándome e insinuando que todo esto era una broma, para mi mala suerte eso no paso, Alex estaba ami lado, sus colmillos todavía eran muy visibles, y me aterraba tenerlo tan cerca, el solo susurraba cosas que no podía entender, mi cerebro estaba en shock, no podía procesar ningún tipo de información, simplemente, estaba ahí sentada al lado de un vampiro, sin poder hablar, sin poder moverme, paralizada por el miedo.
-Aliss, tenemos que irnos, por favor, esto no es seguro - Logré entender lo que Alex había estado tratando de decirme desde hace ya un rato. Mi cuerpo no reaccionaba aun pero si pude sentir como Alex me cogía en brazos y me alejaba de todo aquello.
- Jack... - Es lo único que pude decir en esos momentos.- Jack sigue ahí tenemos que volver Alex.
-No podemos... es peligroso, Jack sabe apañárselas solo.
Tardamos un rato en llegar a una enorme casa, estaba a las afueras de Forx, tengo que admitir que no era lo que yo me esperaba, era grande, muy grande, de tres pisos, un poco más lejos se podía distinguir una pequeña casita de madera, supuse que sería el desván o la bodega, cuando entramos a la casa, Alex todavía me tenía en brazos, la verdad no se como había podido aguantar tanto con mi peso encima, aunque claro si todo esto era cierto, Alex tendría super fuerza o algo por el estilo.
- Tu debes de ser Aliss no? Yo soy Clare la madre de Alex... bienvenida a la familia - Me saludó muy amablemente mientras Alex me dejaba en el suelo.
-Si, si yo soy Aliss, gracias. - Conteste incomoda.
- Supongo que te preguntaras que es todo esto verdad? - Pregunto con una enorme sonrisa.
- Yo no quería que te enteraras de esta manera Aliss, lo siento. - Interrumpió Alex.
- Yo solo quiero saber que esta pasando - Dije un poco tímida
- Alex sera mejor que le expliques tu... - Aporto Clare.
Mientras nos sentábamos en el cómodo sillón apareció el resto de la familia Miller, incluido el que supuse que sería su padre.
-Ahora que estamos todos creo que es el momento - Continuó James - Por cierto Aliss, lo de tu hermana ya esta solucionado-
-Genial, todo esto ha sido por tu maldita culpa Alex, de todas las chicas que hay en el mundo tenias que elegir a una humana, genial Alex, genial, ahora nos afecta a todos - La voz de Rachel me incomodo.
-Rachel, no es culpa suya vale? A todos nos puede pasar. - Max defendió a Alex.
- Bueno basta ya si, queréis decirme que es lo que pasa aquí - Interrumpí yo.
- Mira Aliss... Hace mucho tiempo una bruja consiguió crear una especie de poción para la juventud eterna, ellas solían ser ancianas muy sabias y lo único que deseaban era ser jóvenes y hermosas, Aquella poción no era del todo estable así que decidieron probarla en un humano, evidentemente salió mal, y se convirtió en un monstruo con sed de sangre, hizo daño a mucha gente hasta que consiguieron encerrarlo, cuando eso sucedió ya era demasiado tarde, había muchos como el, en poco tiempo esto se fue expandiendo hasta que ya eramos un numero demasiado alto, algunos ya podían controlarse por lo que se creo algo así como un clan superior vampirico, lo componen unos cuatro vampiros alfas y lo demás son súbditos, criados o alimentadores. Este clan fue creado para poder controlar a los vampiros y así no ser descubiertos por la raza humana, para ello se establecieron unas reglas, las cuales no se pueden romper, también existen los protectores, que son vampiros encargados de enseñar y ayudar a los recién convertidos. La mayoría de los vampiros no suelen mezclarse con los humanos, en cambio hay familias como nosotros que si, nosotros aguantamos el olor de la sangre y somos capaces de controlarnos.
- Reglas? que tipo de reglas? - Pregunte curiosa.
-La primera es que no podemos contárselo a ningún humano y debemos procurar que no descubran lo que somos, la segunda es que no debemos matar de una forma llamativa, si no se darían cuenta, y tampoco podemos enamorarnos de ningún humano.
- Pues parece que esa regla la rompiste hace mucho ya no hermanito? - Rachel interrumpió a Alex con un tono muy frío.
- Y por que ami? porque me contáis ami todo esto?
- Porque el estúpido de Alex se ha enamorado de ti - Aclaro Rachel.
-Yo..y..o no, no se que decir, todo esto es... es nuevo para mi y... - Me costaba bastante hablar, aun no podía creerme que todo esto me estuviera pasando ami. ¿Vampiros?¿Desde cuando esto normal?eso solo pasaba en crepúsculo y hora se supone que yo era bella?
-También tenemos que decirte lo de Jackson, el y su séquito reclutan a humanos para convertirlos, planean hacer un ejercito y revelarse contra los alfas. Jackson solo quería acercarse a ti por esa razón, lo siento. - La voz de Alex sonaba algo herida.
- Yo, no se como asimilar todo esto la verdad, no quería causar ningún problema -Intente disculparme como pude pero creo que no funciono.
- Sera mejor que demos una vuelta - Me dijo Alex casi en un susurro, yo asentí levemente.
Estábamos en el bosque, no muy lejos de la casa de los Miller, allí todo era precioso, se podía respirar aire fresco y los rayos de sol se colaban entre las ramas de los arboles creando un efecto precioso, estábamos andando un al lado del otro cuando sentí su tacto frío rozar mi piel y nuestros dedos se entrelazaron al instante.
- Aliss yo no quiero hacerte daño, pero soy un monstruo, un asesino.
-No quiero perderte... - Le dije en un susurro, no quería perderle, no podía estar sin el, lo necesitaba junto ami.-No vas ha hacerme daño, confío en ti.
- No deberías hacerlo.
- Te quiero Alex.
-Te quiero Alis.
Tras decir esto nuestros labios ya se habían consumido en un cálido beso, me encantaba esa sensación, sus manos en mi cintura y sus labios sobre los míos, su cuerpo pegado al mio y su presencia a mi lado, pronto tuve que separarme para coger algo de aire.
- Yo tampoco quiero perderte - Me dijo al separarnos.
ESTÁS LEYENDO
ALEXANDER
Paranormal-Quédate conmigo, no te vallas, no desaparezcas de mi vida. -Sabes que no puedo hacer eso. -¡LO PROMETISTE! - grité en un acto de desesperación Y se fue, destrozándolo todo a su paso. ALEXANDER MILLER...