Boomerang [YTAG#2]

Capullos de aquel amor

Novio. Demian rio con amargura. Tal vez había dejado pasar demasiado tiempo, ¿era eso?, ¿lo encontró demasiado tarde? Entonces recordó el día de la fiesta, Levi dijo que había venido con alguien, ¿hablaba de su novio? Quería que se soltaran las manos, quería que Levi se alejara de él, pero no lo hizo y odió eso. Él no era nadie para celarlo, ni siquiera su amigo, prácticamente no tenía ningún tipo de derecho, pero eso no le impedía sentirse celoso. Celoso por no tenerlo.

Y era tan orgulloso, siempre se le dificultó disculparse con las personas, por eso intentaba ser agradable la próxima vez que se encontraba con ellas. Ahora, reconocía su error con Levi y sabía que disculparse no sería suficiente para arreglar su amistad.

Apretó los puños. El maldito problema era precisamente eso, él no quería su amistad de vuelta, él quería su corazón. Pero ahora era de alguien más.

—¿Tú eres amigo de Levi? Me llamo Rose —extendió su mano con una sonrisa divertida. Demian la aceptó, todavía afectado por la situación—. Saldremos los tres a pasear por ahí, ¿quieres acompañarnos?

—Lo siento, debo irme. —Demian encontró la salida rápidamente. Levi sintió una presión en el pecho al verlo marchar sin siquiera mirarlo o despedirse.

Los tres miraron por el cristal de las ventanas cómo Demian se alejaba del establecimiento sin mirar atrás. Levi se soltó del agarre de Kenan. Su pie izquierdo se movió un poco, estaba tentado a correr detrás de él y pedirle que los acompañara, de paso insinuar que lo anterior solo había sido una broma de sus amigos, pero no lo hizo, se quedó ahí parado viendo a Demian desaparecer de su vista.

—¡Ops! Creo que no salió como esperábamos. —Rose no se atrevía a mirar a Levi.

—Le hemos roto el corazón —dijo Kenan, entonces sintió un manotazo en la nuca, cortesía Levi.

—¿Pero qué les pasa? ¡Les dije que no quería!

—¡Lo sentimos!, no nos pudimos resistir. Es que si no hacemos algo ustedes dos nunca van a estar juntos. Son tan lentos —se defendió la chica.

—Rose, no necesito ayuda. —Salieron del establecimiento, pues estaban llamando la atención—. Ahora él piensa que...

Apretó los dientes. Rose se acercó a él poniendo una mano en su hombro, entonces susurró en su oído:

—Qué importa lo que piense. Total, no estás interesado en él, ¿o sí? —Levi miró a su amiga con molestia. Ella siempre se las arreglaba para sacarle toda la verdad.

—¡Está bien, ya! Me gusta, incluso más que antes. ¿Contenta?

—Ese es mi hijo —sonrió orgullosa.

—Sí, pero las cosas salieron al revés. Queríamos que peleara por Levi, y solo se fue —Kenan se sorprendió al ver de pronto a Levi caminar por el mismo rumbo que había tomado el sujeto D.