La libreta de Levi

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Sabía que Demian no estaba preparado, o tal vez sí, no tenía idea

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Sabía que Demian no estaba preparado, o tal vez sí, no tenía idea. Pero agradecía estar ahí presente, con él, apoyándolo. Levi estaba consciente de lo que Jared representaba para Demian, temor, odio, dolor, apatía, pero también determinación, porque quería terminar con todo, pasar página, y si era posible, perdonar.

El adulto se acercó. Sus pasos resonaron en el camino de cemento mojado por el aspersor del jardín. Ninguno de los dos jóvenes se movió, incluso Levi creyó que su respiración se hizo más pesada. ¿Cuáles eran las intenciones de Jared?, porque Levi tenía una cosa muy clara, si ese hombre intentaba hacerles algo, lo mínimo, y no dudaría en golpearlo.

—Has cambiado, pero ahora te recuerdo —lo observó con una mueca divertida, tal vez rememorando aquel día que lo hizo llorar—. El hijo de Yun.

—¿Qué haces aquí? —interrumpió Levi. Estaba tenso, pero no dejaría que lo notara. No le daría razones a Jared para que pensara que podía controlarlos.

—Vine a hablar, ¿no es eso lo que quieren?

—No es el momento, ¿así que por qué no mejor te largas a tu casa?, si no lo haces te apunto en mi Death Note.

Demian sonrió, pese al momento, Levi no dejaba de ser él, y lo amaba por ello.

—Levi, está bien. —La mano en su pecho le hizo saber a Levi que había dado un paso frente a Jared. Demian lo regresó a su sitio—. Hablaré con él.

Así fue como los tres terminaron en la sala de los padres de Levi. El joven no se fiaba de Jared, supuso que él sabía que se quedaría solo precisamente ese día, ¿cómo demonios sabía que Demian estaba a su lado esa tarde?, ¿los estuvo vigilando todo ese tiempo?

Jared era un tipo astuto, podía saberlo con solo ver su cara. ¿Por qué un tipo que gustaba de los hombres estaría con su tía?, ¿él realmente la amaba o solo era un señuelo más? El hombre sonrió cuando descubrió a Levi escudriñándolo minuciosamente, los labios del joven de cabello negro se arrugaron con desagrado.

—Levi, tan lindo como bocazas. Tranquilo, no voy a hacerles nada, si eso es lo que piensas —Levi bufó en desacuerdo.

—Tus antecedentes me dan el derecho de la duda, gracias.

—Entonces no tiene caso seguir tomando consideraciones contigo, mocoso insolente. Lo que pasó con Demian años atrás no fue algo que estuviera en mis planes. Odiaba a la familia de Yun, a su esposa, a ti —se dirigió a Demian— y a esa pequeña niña. Él no aceptó cuando le dije que se fuera conmigo.

—¿Y entonces decidiste hacerme daño? Era joven, confiaba en ti —Demian no fue capaz de mirarlo a la cara, en cambio mantuvo su vista en la mesita del centro—. Estaba confundido al principio, dijiste que sería un juego nuevo, y un secreto entre ambos. Te creí.

Cerró los ojos un momento, recordando aquellas manos que lo tocaban, aquella voz susurrante en su oído, aquella sonrisa con un plan perverso. Demian apretó su rodilla con la mano que descansaba en ella y se obligó a mantener la calma. Todos esos años había odiado esa sensación, el miedo y el desprecio jamás se fueron, porque después de todo descubrió que ese repudio que sentía solo iba dirigido a una persona, aquella que intentó hacerle daño.

Boomerang [YTAG#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora