Un paso hacia la resolución

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Él, ¿por qué él?, ¿qué estaba haciendo ahí?, ¿qué hacía en la casa de Levi? Porque Demian estaba seguro de que era ese hombre, no podía equivocarse, esas y muchas más preguntas fueron surgiendo en su cabeza, y no podía frenarlas. Entonces comenzó a sentirse mareado, el recuerdo de ese animal tocándolo, haciéndole daño, diciéndole cosas para hacer que cediera cuando apenas era un pequeño niño que no entendía del todo lo que estaba pasando, pero que sus acciones le provocaban temor... y sobre todo esos ojos que lo analizaban y que todavía de vez en cuando le causaban pesadillas que terminaban por espantarle el sueño a las tres de la mañana; todo eso y más lo hicieron salir de aquella casa sin dar una sola explicación.

Atravesó el jardín mientras una mano cubría su cabeza. No podía permanecer más tiempo ahí, sentía que le faltaba respirar. ¿Por qué ahora?, ¿por qué ahí? Entonces, cuando por fin llegó a la puerta frente al jardín delantero, se apoyó intentando tomar más oxígeno, fue en ese momento que sintió su mano posarse en su hombro.

Levi estaba ahí y lo miraba preocupado.

—¿Demian?, ¿qué te sucede?

No podía contarle, no podía siquiera pensar con claridad... Pero confiaba en Levi.

—Yo... tengo que irme —abrió la puerta. Se sintió más libre una vez que se alejó unos pasos de la casa.

—¡Así que ya te arrepentiste! —le gritó Levi. No se molestó en ocultar su enfado—. Debí suponerlo, sigues siendo el mismo de siempre. ¿Besarme te ha calmado la curiosidad?

No, no era eso. Demian lo encaró. No quería que pensara nada de eso. ¡No se arrepentía en lo absoluto! ¿Qué podía decirle? Estaba tan confundido y afectado, necesitaba alejarse de ahí.

—Levi, no puedo hablar ahora.

—No, estoy cansado. Vas a escucharme —lo miró desafiante y prosiguió—. Siempre estaba feliz de estar contigo, cuando éramos niños la pasábamos realmente bien. Hasta ese momento jamás se me cruzó por la cabeza que un día podría quererte de otra manera. No sé cómo ni cuándo sucedió, simplemente mis sentimientos dejaron de ser solo amistad y lamentablemente no puedo cambiar eso. Escucharte hablar de los homosexuales de la manera que lo hacías me dolió demasiado porque me estabas dejando claro que jamás tendría una oportunidad, que nunca me querrías de la manera que yo lo hacía.

Levi se mordió el labio, no estaba seguro si decirle todo lo que guardaba. Ni siquiera en su diario escribió lo que estaba a punto de confesarle.

—Te amé mucho, y creo que aún lo hago. Pero hay una diferencia, soy más fuerte ahora y puedo vivir con el hecho de no ser correspondido por ti, ya aprendí la lección. Te amo, y no espero nada a cambio. Lo superaré porque no vale la pena.

—Levi...

—No, ya vete. Ahora soy yo quien no quiere hablar más.

—No lo entiendes, era él. —El chico de cabello negro no le entendió—. Ese hombre que estaba en tu casa, es él, aquel amigo de mi padre, el que causó mi antigua homofobia. Jamás podría olvidar esa cara.

Boomerang [YTAG#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora