CAPÍTULO 4

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Las primeras horas del lunes, fueron muy tensas, Marcos no me había mirado ni una sola vez y me empezaba a preguntar si se arrepentía y si ahora se sentía avergonzado.

Por fin llegó el descanso y fui con mis amigos a hablar, les conté todo lo de Adri, mi ahora ex-novio, porqué no quería volver a saber nada de él y me dijeron que al menos le enviara un mensaje diciéndole que esto se había acabado y que no quería verle más, así que hice eso.

En cuanto a Marcos, no sabían que decirme porqué él era un chico impredecible y nunca sabes que pasa por su cabeza.

-¿Y si le dices de hablar?

-¿Estas loca Ali? Si él realmente siente algo por Lucía, tiene que decírselo.

-Yo estoy de acuerdo con Sara, raramente.

Si Mateo estaba de acuerdo, es porqué eso era lo mejor que podía hacer, esperar a ver si se decidía Marcos.

Por la tarde, perdí el autobus de vuelta a casa porqué me entretuve con el examen de inglés. Cuando tocaba inglés, no me hacía falta estudiar porqué sabía suficiente, me pasé toda mi infancia en academias y ahora ya tenía el título de inglés más alto.

Al perder el bus, tenía que ir a mi casa andando y era una media hora a mi lento paso así que empecé a andar cuesta arriba.

Ya llevaba unos cinco minutos andandoy  paró un coche blanco a mi lado conducido por Marcos, que me dijo en tono serio que subiera y sin pensarlo mucho, subí y condujo en silencio hasta mi casa. Al llegar, aparcó y empezó a hablar.

-Siento que tuvieses que ver eso el otro día, ¿estás bien?

-Si, no pasa nada, gracias por quitarme al tío ese de encima y por traerme ahora.

Nadie hablaba de nuestros besos, ni de lo que significaron, tenía muchas cosas que decirle pero no sabía cómo.

-He dejado a Adrián.

Mierda. ¿Por qué dije eso? Siempre pensaba muchas formas distintas de decir las cosas sutilmente pero al final las acababa diciendo directamente. Él dejó de mirar el volante y me miró, sin cambiar su expresión seria.

-¿Por mi?

-Por mi. No podía engañarme a mi misma estando con alguien a quien no quiero.

-Oye, sobre lo del otro día en gimnasia y después de la pelea, si quieres está olvidado...

¿QUÉ? ¿QUE ESTABA OLVIDADO? No podría olvidar eso ni en mil años, no he podido dejar de pensar en él desde que pasó y ahora me dice que está olvidado. No me lo podía creer. No quería creérmelo. Para él no había significado nada, un lio de tantos otros.

Me invadieron la rabia y la culpa, había sido un error pensar que había cambiado y que sentía algo por mi. Pero, otra vez, yo estaba equivocada. Cuando fuimos novios, hacía casi dos años, me dejó porqué "no quería atarse" y a los dos días ya estaba con Laura. No duramos ni un mes, aún así, no se por qué no podía olvidarle.

-Aunque si quieres, no lo olvidamos...

Esas palabras cambiaron mi estado de ira a felicidad. ¿Había dicho eso porqué estaba tardando mucho en contestar o porqué él no quería olvidarlo?

Sentía como me miraba fijamente mientras yo disimulaba el rojo de mis mejillas tapandome la cara con el pelo. ¿Que se supone que debería decirle? Me acababa de decir lo que mis oídos querían escuchar, pero como no lo esperaba no tenía respuesta.

-¿Qué quieres decir con eso?

-Quiero decir que aunque lo he intentado, no puedo hacer como si nada. -Me dijo mientras me cogía la mano.

Entonces noté el calor de su mano sobre la mía, ese calor me hizo perder la timidez y me hizo ver claras las cosas.

-¿Qué te pasa Lucía?

-Que te conozco demasiado como para creerte.

-Mira, yo ahora mismo no quiero una relación, pero podemos ir quedando.

LO SABÍA. Lo de siempre. Me quiere tener ahí para cuando las demás le fallen.

La verdad es que me parecía muy sexy y yo también acababa de salir de una relación y no era buena idea meterse en otra. Además, si él me usaba, también le podía usar yo. Eso es algo que nunca me planteé, hasta ahora.

-Me parece bien -Le respondí sonriendo.

Después de aclarar las cosas, me despedí con un adiós subí a mi casa. Nunca había tenido tantas ganas de estirarme en mi cama y mirar al techo. Al menos ahora si algún día me sentía sola podía llamarle y no sentirme tanto.

Dos fiestas, tres resacas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora