Más Que Mi Mascota [TERMINADA] [UFFoncest]

Grito Ahogado

Ahí está. . .

No lo ves, pero te lo cuento.

No me ignores. . . Azótame.

El ambiente era sólido, ningún sonido era capaz de ser escuchado, ni de ser articulado.

Era un día libre. La entrada de Las Ruinas estaba permanentemente cerrada en ese día. Y los habitantes del Pueblo helado, se encerraban totalmente dentro de sus respectivos hogares.

El silencio se hacía abrumador, estresante. . . A este paso, los pensamientos del esqueleto de menor altura hasta podrían ser escuchados por el mayor. Pero, ¿En qué pensaba? En nada. O eso es lo que pretendía mientras escribía en un papel de Papiro. . . Irónico, ¿Verdad?

Las letras escritan eran inentendibles, puesto que solo las escribía para evitar cualquier descuido de sus ojos, al toparse accidentalmente con la figura esbelta mayor. Usaba el acta de Genocidio hacia humanos como excusa para no observar. No mirar. No fijar sus ojos en el Esqueleto mayor. Las letras se transformaban en palabras, y estas. . . En oraciones.

Acta en contra de la protección de humanos en el area 1/34, 3756 - Snowdin.

Por este medio, según dicta el segundo jefe de la Guardia Real, y primero en el area 1/34, Snowdin. Se impone la...

. . .

Te amo.

Impresionante, había arruinado otra hoja con sus estúpidos sentimientos. Pero es que no los podía contener, las palabras fluían libremente en su cabeza, pero solo eran Gritos Ahogados en la superficie.

Paró de encorvarse hacia delante para recostarse por el sofá de tan "Preciado" hogar. Miró a un punto fijo entre la pantalla de la televisión frente a él, y se puso a ordenar sus pensamientos. Tan mal lo trataba el destino como para que, en un accidente crucial, fuera obligado por su torpeza a mirar al Esqueleto Mayor situado a su derecha; En la mesa. Para su suerte, este estaba mirando por la ventana de su hogar.

Era hermoso. Se pasaría mirandolo todo el día, lamería desde su Metatarso hasta el Párietal si tuviera alguna oportunidad. Pero no la tenía.

Era horrible. El sentimiento de impotencia, al tener todo el oro del mundo y no gastarlo en lo que quieres.

Mientras que en sus pensamientos, un cansado Papyrus se recostó por la silla en la que estaba apoyado, disponiendose a recuperar energías en tan aburrida tarde. Era muy temprano y muy tarde para cenar. Así que se dispuso a perder el tiempo de la mejor forma posible. . . Recuperando energías.

Esto, para el Esqueleto Menor era un alivio. Digamos que Sans se ahorraría la paliza que se ganaría al estar mirando a su hermano por tan solo más de un minuto. Así que podía observar. . . Sin interrupciones, sin angustias.

¿Se supone que el estar feliz por un momento era posible? No para Sans, puesto que en el minuto en el que su Sádico hermano cerro los ojos, el celular del menor sonó en una disonancia de ruidos horribles, que hicieron al mayor abrir los ojos.

- Lárgate. . . - Obvias palabras.

- Pap--. - Interrupción de tono.

- Ahora. - Imposición de orden.

El Esquelesclavo quiso gritarle. Quiso tirarse encima de él y pedirle que lo azote, que lo ate y lo latigue hasta dejarlo inconsciente. Pero no pudo. No pudo hablar. Solo tuvo que ahogar sus lagrimas. Ahogar sus palabras. Hacer de estas. . .

Un Grito Ahogado.

Se levantó del sofá, su sudor había incrementado cuantitativamente, estaba asustado. No de su hermano, si no de sus propios sentimientos. Se dirigió a su habitación y se encerró en esta.

Ya recibiría su castigo luego.