Capítulo I: Como si fuera la primera vez.

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Civilización del tipo II, cuya población llega a aprovechar la energía de su estrella al 70 y 80%. Capaces de dar saltos entre estrellas cercanas o lejanas, dependiendo a las necesidades que necesiten cumplir, una civilización con un idioma mundial y sin diferencias sociales. Un mundo sin corrupción ni guerras, o eso se piensa.

Los seres humanos no están solos en la galaxia. Hay otras especies pero saben ocultarse muy bien gracias a las miles de estrellas que hay. Tal es el caso de Argaria, un planeta geoide con un diámetro de 15,000 km en el Ecuador, con una masa de agua del 60%  en la corteza, lo hace aparentemente un planeta muy habitable.

Grandes estructuras montañosas cubiertas de nieve, otras con diversos tipos de plantas, además de ser acompañadas por cascadas o ríos, hacen que el planeta sea un paraíso sin igual. Pero, no todo tiene que ser bueno.

Criaturas como ángeles, demonios, seres fantásticos, bestias sedientas de sangre o simplemente peligrosas tienen su hábitat en Argaria. Pero ellos no eran como los pintan.

Ángeles, demonios y algunas bestias que llegaron a tener el uso de la razón y lógica lograron tener un acuerdo de paz luego de 1,000 años en guerra. Y una vez logrado eso, idearon un pequeño plan de traer al menos dos de cada especie que hay en la galaxia. Para así formar una colonia mayor y con una gran variedad de especies que ayuden a mejorar la calidad de vida.

Pero, habían cometido un error. Los humanos.

Dentro de 2,000 años más, los humanos alcanzaron una cantidad de 2 billones de habitantes en el planeta y con la ayuda de los demonios llegaron a construir un imperio bastante grande como para convertirse en la potencia más grande de Argaria.

Tenían el sistema planetario en sus manos. Tecnología celestial y demoniaca que podían manipular a su antojo, e incluso artefactos sagrados, pero estos estaban fuera de su alcance, pues funcionaban con la energía mágica del ser, energía que los humanos carecían.

No fue hasta 100 años después donde forzaban a especies menores a probar los prototipos que ellos hacían a base de los planos que tenían por parte de los celestiales. Muchos de las especies no sobrevivían al primer intento, otras, además de no sobrevivir, fueron cruelmente torturadas por los mecanismos de los aparatos. ¿Acaso probaban la fuerza de cada raza para así evitar que ellos se pongan en su contra?

Se sabe que su última prueba fue con un joven dragón negro de al menos 100 años de edad. ¿Su prueba? Esta vez fue un examen físico, espiritual y mental. Este dragón negro resultó ser más poderoso que cualquiera de los demás a muy corta edad, llegando a destruir bosques y/o ciudades enteras por sólo estar jugando. Era tanta la destrucción que todos se pusieron de acuerdo en dejarles su custodia a los humanos. La cual fue muy mala idea.

Experimentación con sustancias, pruebas de resistencias físicas y exámenes mentales hicieron que el dragón pasara un horrible milenio sin poder volar, cazar, jugar... Sin haber crecido normalmente.

Sin darse cuenta, el joven reptil había adquirido una fuerte resistencia al dolor y a sustancias tóxicas. Sin darse cuenta, el dragón logró destruir todo el edificio donde era custodiado, aunque obviamente, con tantas heridas graves que apenas logró salir de dicho lugar.

Para su buena suerte, ya lo estaban esperando. ¿Cómo era posible eso?

Resulta ser que los demás dragones ya esperaban que el pequeño escapara dentro de 1,000 años, pero, ¿Para qué querrían que le hicieran tales tratos?

No se sabe exactamente qué ocurrió después, cada documento, foto, vídeo que tenga que ver con lo ocurrido antes, durante y después del accidente en el laboratorio fue borrado y quemado de todo el planeta, incluso los supervivientes desaparecieron de una forma desconocida. Algunos dicen que se les vieron caminando por un bosque cubierto por una densa neblina negra, el cual era hogar de las criaturas más peligrosas. Otros aseguran haber visto cómo los asesinaban sigilosamente. Pero, sólo los tacharon de locos y nadie volvió a tocar de nuevo el tema.

Lo que estaba de moda en la boca de todos es que los humanos estaban poco a poco acabando con los seres fantásticos, o era lo que la prensa y paparazzis lograban conseguir.

Un pequeño grupo de rebeldes había filtrado información acerca de lo que realmente estaba pasando. A los ojos de los inocentes, los culpables eran los dragones y bestias quienes estaban detrás de todos los asesinatos de los ejemplares débiles o incapaces de defenderse de tal brutalidad. Cuando en realidad, los humanos y un pequeño grupo de celestiales y demonios estaban tratando de formar súper soldados para llevar a cabo una conquista no sólo a nivel de sistema planetario, sino toda la galaxia.

—   ¡No se puede aceptar algo así! Blade, será momento de poner el  programa en marcha. — Exclamó un demonio de edad avanzada.

Nadie esperaba que hubiera quienes se rebelaban contra los proyectos de los seres que gobernaban Argaria, incluso quienes lo intentaban eran aniquilados con tal brutalidad que muy apenas quedaban restos del cuerpo. Sin embargo, algunos si tenían el valor de intentarlo.

Durante semanas se registraban casos de homicidios en las ciudades centrales de los humanos, sujetos con grandes influencias financieras se encontraban muertos en su propia casa. Se podría pensar que fue un asesinato.

En las autopsias de dichos individuos siempre se encontraba algo en común; se descubrió que cada celebridad o agente con algún poder político tenían una especie de símbolo incrustado en su corazón.

Un artículo de metal con la forma de una estrella cruzada con una luna creciente se encontraba incrustado en el centro del órgano.

—   Será muy pronto para actuar, primero habrá que continuar con los pequeños trabajos. — Respondió una figura humanoide que se encontraba a su lado, ambos observando un cielo estrellado en noche de luna llena.

—   ¿Qué pasa si nos descubren?

—   Meh, que lo hagan. — Respondió con tranquilidad mientras poco a poco su apariencia se hacía notar.

Blade, así se hacía llamar el joven dragón que una vez fue víctima de la tortura humana, pero, su actitud era tan despreocupada que parecía otra persona.

—   ¿Cómo puedes estar tan tranquilo luego de todo esto?

—   Como si fuera la primera vez que veo todo esto. — Declaró Blade, luego de dar un suave suspiro emanando una tenue llama azul de su boca.

El Despertar de la espada maldita.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora