Capitulo II.- El cazador negro.

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— Durante la semana de inspección por la ciudad más grande Argaria se encontraron al menos 15 centros de experimentación.

Era bastante obvio que no habría sólo un centro de investigación de tal importancia. Se sabe bien que hay criaturas igual o más fuertes que Blade. Aunque, pueden ser más manejables o más salvajes. ¿Eso a qué grado es bueno?, ¿y si todas esas bestias escapan?
Aún si es mejor que esas bestias salieran de ese lugar lo más pronto posible, su resistencia física serían un gran problema. Los seres pequeños que habitan en los bosques terminarían por extinguirse gracias a estas, eso haría que Blade las asesinara, más que nada para mantener el lugar tranquilo y no puedan encontrarlo.

— ¿Significa que habrán más como yo en esos lugares?
— Posiblemente, pero... ¡No podemos continuar dejando pasar por alto esos experimentos!
— Tu siempre preocupándote por tus queridos seres místicos. — Exclama Blade, soltando una leve carcajada.
— Tal vez porque yo si tuve una vida libre de experimentos.
— No digas más si es que no quieres que el dragón te muele los dientes. — Intervino un ex coronel de la milicia de Argaria.
— Ah, parece que habrá diversión de igual forma, ¿No es así, Cross? —  Agrega el dragón, expresandose de forma despreocupada.

Coronel Cross, fue una de las mejores piezas de la milicia Argariana, siempre con un plan ofensivo y defensivo en manos, un líder nato y solidario con sus tropas. Pero, ¿qué hace el en una organización rebelde con el dragón más buscado de Argaria y peor aún, dando órdenes de asesinar a sus viejos compañeros? Se sabe que este viejo veterano era el líder de los guardianes de estos centros para evitar que fuerzas alternas intentarán destruir y/o investigar lo que había dentro. Sin embargo el tampoco estaba enterado de las torturas y castigos que yacían en el interior de estos edificios.
Sus compañeros más confiables decidieron compartirle el secreto cual no terminó de agradarle
De igual forma no dijo ni actuó en lo absoluto para detener dicho proyecto. Después de todo él también es humano.
Durante el incidente de Blade, Cross había saboteado las celdas y algunas armas fuertes para que su salida no fuera a matarlo. Tenía planes para el joven reptil, siendo éste el único capaz de reconocer a quienes lo masacraron y castigaron una y otra vez y a su vez. Asesinarlos por venganza. ¿Qué eso no es usar a alguien para sus propios méritos? A Cross no le gusta la forma de gobernar que tienen los políticos en el planeta, además, actualmente no hay arma poderosa que un dragón como Blade no pueda soportar.

— Ésta vez irás tu sólo. Tu tropa no está lo suficientemente capacitada.
— Un trabajo serio... ¿Acaso es tu reemplazo en la milicia? No pensé que fueras tan inútil para ellos. —Citó el dragón para provocarlo.
— ... — Cross guardó silencio un momento, no soporta que el dragón le falte al respeto con tal actitud despreocupada. — Una palabra más... ¡Una palabra más y no te dejaré usar tus hojas! — Le advierte el viejo frunciendo el ceño.
— Que bah, sólo dime su nombre y con gusto iré por su cabeza. — Sonríe con un aire victorioso. Después de todo cumplió su cometido.
— Tal parece que te encargaste también de la exploración.
— ¿Qué sería de ustedes sin alguien con iniciativa como yo~? — Al mencionarlo, utilizando sombras creo una especie de nube colchón y se recostó sobre ella.
— A veces tu despreocupada actitud me da ganas de golpearte...
— Bueno si fueras más joven quizá...
— John Blackheart. — Interrumpió al dragón en voz alta.
— Al fin lo dijiste... — La nube se desvaneció y tomo sus hojas, tal parece que estaba listo mucho antes de saber a que se enfrentaría. — Estará muerto para media noche.

John Blackheart, un ex convicto y militar el cual odiaba a muerte a los seres místicos y celestiales subió al cargo justo después de que Cross fuera despojado. En 3 meses llego a dejar casi extintas a 10 razas sólo por diversión y sus riquezas. Pero no sólo eso.
John se encargaba también del lavado de dinero de las ciudades ricas de Argaria, incluso la venta de esclavas para los cerdos y políticos corruptos, sobretodo en la ciudad principal. Una persona fácil de manipular según informan los pocos reporteros que aún siguen sin ser amenazados por las autoridades.

El Despertar de la espada maldita.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora