6; All of me

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Qué haría yo sin tu inteligente boca atrayéndome,
y sin ti echándome a patadas.
Tengo la cabeza dando vueltas,
no es broma, no puedo saber
qué es lo que pasa por esa hermosa cabecita.
Estoy en tu viaje del misterio,
y estoy tan mareado, no sé qué me golpeó,
pero estaré bien.

—Yo, yo, yo ¡Agh! Te quiero cerca y, y, y... ¡te quiero lejos! ¡No puedo estar contigo! — parecía honestamente un ataque de ansiedad que la reacción ante su actitud petulante y distante, sus cortos cabellos grises se iban y venían con una ágil rápidez ante sus movimientos, el agitó su cabeza negando firmemente

Mi cabeza está bajo el agua,
pero estoy respirando bien,
tú estás loca y yo no estoy en mis cabales.

—No puedo perderte a ti también.— dijo por fin y ella quedo congelada con sus hermosos ojos azules abiertos como platos viéndole fijamente intentando descifrar sus pensamientos;
Aunque no necesitaba hacerlo, ella podía leerle con una simple mirada sin tanta determinación.

Porque todo de mí
ama todo de ti
Ama tus curvas y tus bordes,
todas tus perfectas imperfecciones,
dame todo de ti,
y yo te daré todo de mí.

—Carol, ...cuando Beth murió tu dijiste que me permitiera sentir. Hazlo tú. — esta vez fue ella quien negó, cerrando los ojos y dando una larga respiración

Cuántas veces tengo que decirte
que incluso cuando lloras eres todavía hermosa.
el mundo está tirándote abajo,
yo estoy por aquí, pasando por cualquier estado de ánimo.

—Tu no sabes una mierda. — despues de abrir sus ojos azules, tan, antes, bondadosos hoy le retaba con la mirada ya no era la Carol del campamento y lo sabía pero incluso esta era distinta, sintió un terrible Deja vú al verla así, Beth

Ella tenía la esperanza de que todos estuvieran bien pero el se obstinaba a creerle y habían discutido por eso.

Las cartas sobre la mesa,
los dos llevamos corazones,
aunque es duro, lo estamos arriesgando todo.

Ahora la situación estaba al revés, Carol después de casi 15 días había vuelto de quien sabe dónde, parecía la misma pero sin calma, sin paz, completamente ermitaña, había ignorado la muerte de Eugene, joder.

—Pero te conozco, se quién eres, quien fuiste y en que te haz convertido.

Tú eres mi final y mi principio,
incluso cuando pierdo, estoy ganando,
porque te doy todo lo mío,
y tú me das todo lo tuyo.

—Dejame sola Daryl. — le sentenció alejándose y algo definitivamente se había roto dentro del arquero

𝑪𝒂𝒓𝒚𝒍: 𝘵𝘩𝘦 𝘴𝘶𝘯 𝘢𝘯𝘥 𝘵𝘩𝘦 𝘮𝘰𝘰𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora