44; Real

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La deslumbrante luz del sol se colaba por algún lado llevando el reflejo directamente a su rostro incomodando su descanso, abrió los ojos exasperada, ninguna posición le quitaba los rayos. Así que decidió levantarse, fue directo al viejo baño e hizo su pequeña rutina diaria

Mientras preparaba algunas nueces, creyó oír el sonido de los autos por la carretera, Carol casi se ponía a saltar de la felicidad pero supuso al instante que todo ceso que era nada más que su imaginación, fue entonces que cuando ella leía un libro en su nueva recámara, escuchó unas llaves abriendo la cerradura de la entrada, tomó su cuchillo y preparada para el ataque sigilosamente se dirigió a la sala, cuando cruzó la pared lo vio...

Un hombre. Vestía como lo hacían aquellos que trabajaban en la producción de una película o serie, cuando el se dio cuenta que estaba ahí la vio con una sonrisa torcida y el entrecejo fruncido —Mel, creí que irías a comer algo con Andrew  a Nic and Norman's ¿que haces aquí tan pronto y caracterizada? — Peletier se paralizó ¿Que?, no podía hablar, estaba congelada de pies a cabeza

Estuvieron ahí sin  decir palabra, el  inspeccionaba algunas  cosas en su pórtico, SU PÓRTICO y ella aún seguía inmóvil a la  altura  de  la  entrada  a  la cocina

— Hey Seith, ¿llegue tarde? No pude pasar a mi camper, Jeffrey y Khary no dejan de hacerle bromas a todos, ¿Mel ya... Oh Lady, no te había visto... ¿Ocurre algo cielo? — podía sentir que sus ojos saldrían de sus cuencas ese, ese de ahí era Daryl, pero no era Daryl, el no la llamaba cielo, no le llamaba lady, el no tenía anteojos de sol.

El segundo hombre, que insistía diciéndole que era Norman intentaba abrazarla hacia al menos diez minutos pero solo atinaba en dar de reversa, ¿que rayos pasando? él rendido, comenzó a darle su espacio, se podía ver en su rostro la decepción y podría apostar que en ella la incertidumbre, poco a poco ambos invasores se fueron, abrumada no le quedo de otra que sentarse en su sofá ¿estaba perdiendo la cabeza? tocaron a su puerta, algo sutil y casi inaudible pero Peletier no tardó en abrir:

— ...Carol... — dos fuertes y reconocidos brazos la rodearon, pocos segundos después unas diminutas gotas se estancaban en su hombro, sin romper la mitad del abrazo lo invito a pasar, su corazón estaba partiéndose con verlo rodar sus lagrimas en silencio, — Daryl ¿que ocurrió? — Dixon contuvo la respiración

No quería eso, no quería hacerla llorar, odiaba eso. Odiaba ver sus brillantes llamas azules extinguirse por la tristeza, su instinto fue abrazarla

Sentirla era la cosa más bella que jamás probó, la amaba, ya no podía detenerse, Carol Peletier iluminaba su mundo por alguna razón desde que la vio como uno de esos cachorros que no podía llevar a casa porque su padre los mataría, pero ya no tenía miedo, ella no rompería su corazón

—Carol, mirame, por favor — tardó al menos un minuto en hacer que lo viera directamente a los ojos — Besame — murmuró y la peligris sonrió como si fuera un chiste. 

Pues era hora del primer paso, la beso, Carol no respondió al instante sin embargo segundos tarde aún con algunas lágrimas siguió su juego

Quién sabe cuánto se besaron.

—¡Oh por dios! — grito ¿Carol? al fondo, cuando abrió los ojos esperaba estar con alguien más, se equivocó ahí estaba su rosa frente a él, tan confundida se giraron a dónde provenía la voz, Y Carol estaba ahí

AHÍ, CAROL AHÍ EN LA PUERTA Y EN EL SOFÁ.

—Hell yeah. — la sangre se le subió a la cabeza, era un maldito sueño, volvió hacia su guerrera — ¿estas viendo lo mismo que yo — le susurró intentando ser discreto, Peletier lo observo con los ojos desorbitados y pálida como la nieve — si. Somos nosotros.

— Mel, concentrate. Es un sueño, un jodido sueño...

—¡No! NORMAN  estamos, están, CAROL Y DARYL están AHÍ ¡y se besaron! Ten-tenemos que contarle a Robert, Scott, tienen que...

La pareja dentro de la casa, se levantó como resorte. Nadie tenía que saberlo

—¡Alto! — Carol Peletier elevó la voz, Melissa Mcbride no podía dejar de verla, era un jodido espejo, tenían puesta la misma ropa, se perdieron la una en la otra, miles de pensamientos iban y venían

—Eres real — murmuró Norman, Daryl asintió mientras mordía su pulgar —Tu eres real — devolvió el cazador, el actor asintió

—Somos reales— dijeron la reina apocalíptica y la actriz al compás.

—¡Norman! ¡Melissa! Oh maldición. También ustedes...

Por alguna razón, Caryl se ofendió de la expresión del Rick que no era Rick, los mencionados voltearon a ver a su compañero y mejor amigo —¿A que te refieres? — Andrew respiraba pesadamente, con las manos en las rodillas —Ri-Rick...

—¡Hey! ¿Rick esta bien? — cuestionó Carol con su voz territorial aún más fuerte que la de su intérprete, un escalofrío recorrió la espina dorsal de los actores. Lincoln asintió sonriendo, a Peletier le gusto ese gesto, era lo más cerca que estaría de Grimes.

Luego de una fuerte discusión, no llegaron a nada, pero obviamente por alguna razón, todos, fuese el mundo de quién fuese todos estaban ahí

—Carol y Daryl están saliendo...— soltó Reedus a su mejor amigo, Melissa lo golpeó —Callate.

Andrew sonrió ampliamente, casi como muchas de sus fans al verlos — ¿De verdad? — Norm, asintió y apunto a la creepy house, dónde la pareja se sonreía y bromeaba, como había sido en la tercera temporada

—Ya nada más faltan ustedes.— tomó a Mcreedus de sus respectivos brazos y los acercó lo suficiente como para que Norman abrazará a Melissa

Ambos se sonrojaron.

—¡Chicos! ARRIBA LES TENGO UNA BUENA NOTICIA. — La chillona y falsa voz de Jeffrey aturdió hasta la médula de los tres, abrieron asustados los ojos; estaban en el campamento de filmación.

—McReedus, sus fans estarán felices, Caryl ¡se besa!

𝑪𝒂𝒓𝒚𝒍: 𝘵𝘩𝘦 𝘴𝘶𝘯 𝘢𝘯𝘥 𝘵𝘩𝘦 𝘮𝘰𝘰𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora