5to. Recuerdo

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-Señor, ¿dónde debemos poner estos troncos?-Pregunta uno de los vampiros acompañantes de ...

Ya ni me voy a preocupar por no poder saber su nombre. Había intentado preguntarle a uno de sus súbditos, pero este ni siquiera me hizo el mínimo caso. Lo cual me llevó a darme cuenta de que estaba soñando. Y también, de que podía verme a mí mismo.

En el momento en que me giré cuando ese vampiro me ignoro, me vi a mí mismo, pero más joven y feliz, junto a ese chico pelirrojo de ojos bicolor.

Iba caminando a su lado, mientras en uno de mis hombros cargaba unos cuantos troncos de gran tamaño y él, solo caminaba a mi lado mientras fruncía el ceño por lo que yo le decía.

Fue raro e impactante. Era la primera vez que me pasaba algo así.

Me acerqué a mi otro yo, para escuchar lo que hablaba con aquel chico. Y me sentí feliz de lo que estaba sucediendo.

-¿Por qué quieres construir nuestra casa aquí? ¿En medio de la nada?-Preguntó ese vampiro, viéndome extrañado. Así que si había aceptado el vivir junto a mi. Sonreí ante aquello. Pero también me confundí, ¿cuánto tiempo habría pasado?

-Es simple mi amado lord...-Me vi a mí mismo agacharme y tomar con mucha delicadeza su rostro para besarlo. Para después sonreírle y tirar los troncos a un lado.-Aquí fue donde nos conocimos. Este es el lugar donde nuestras almas se conectaron por primera vez. Aquí debemos estar. Es nuestro lugar.

Aquel pequeño se sonrojó de una manera adorable, haciéndome reír levemente. Él era hermoso y único.

-Largo.-Escuche como decía mi yo joven, aventando un cuchillo, creado de pura energía en la dirección que me encontraba. Eso me había asustado demasiado, ya que pensé que me lo decía a mi. Pero grande fue mi sorpresa al ver que ese objeto me atravesaba para incrustarse en el brazo de Aomine a mis espaldas. El cual gruño por el daño causado.

-¡¿Qué te pasa Kagami?! ¿Así recibes a todos los que vienen por estos terrenos?-Preguntó el sumamente irritado. Sacándose de un solo tirón el cuchillo, el cual se desvanecía en el aire.

-No, solo a ti. Ya sabes que no te soporto, fuera de mis tierras.-El dedo de en medio de mi mano se elevó hacia él, mientras mi rostro se oscurecía en rabia. No lo soportaba, ni en ese entonces, ni ahora. Bien por mí.

-¿Quién es ese?-Preguntó mi nuevo vampiro favorito. O bueno, mi antiguo, como sea.

-Nadie importante. Vamos...-Solté una gran carcajada al escuchar el gruñido de rabia del moreno a mi costado, viendo con orgullo como mi yo anterior tomaba de la cintura a ese chico y caminaba a la construcción para dar las órdenes.

Y mi sorpresa no hizo más que aumentar cuando aquel chico de ojos bicolor giró su rostro en dirección a Aomine, para dedicarle una mirada de muerte, moviendo sus labios de una manera bastante marcada para que este pudiera leerlos. Haciéndome reír de nuevo.

"Aléjate de él, es mío"

Así que aquel adorable vampiro era posesivo. Definitivamente me gustaba cada vez más.

-De un momento a otro, todo el escenario cambio y ya no se veía a sí mismo, era como si hubiera caído en otro sueño. Ya que no recordaba lo que había sucedido y ya no era consciente de que estaba soñando-.

Me senté de golpe en el sillón, en medio de aquella gran sala, viendo con orgullo el arduo trabajo que nos había llevado un par de semanas. Definitivamente ser más rápido y fuerte que los humanos, tenía sus ventajas.

Mis sueños, mi vida, mi pasado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora