"Querida Cecily,
Dudo que tarde una década en conseguir que mi nombre salga de sus labios. Diez minutos a solas bajo la luz de la luna deberían bastar..."
—Solía decir a mis amigos que era capaz de cargar una pistola con los ojos cerrados. Supongo que tenía razón —dijo Marc con voz cansada inclinando una bolsa de cuero sobre la boca del arma. Aunque en la botella que había junto a su codo quedaban menos de tres dedos de whisky, tenía las manos tan firmes que no derramó ni una pizca de pólvora.
Mientras utilizaba una varilla de hierro para prensar la carga, ____ se quedó fascinada por esas manos; por su elegancia, su habilidad, su economía de movimientos. Y se estremeció al imaginárselas moviéndose sobre la piel de una mujer. Su piel.
Librándose de su hechizo seductor, se puso justo delante de la mesa.
—No sé si debo mencionarlo, señor, pero ¿no cree que una pistola cargada en manos de un hombre ciego puede ser un poco peligrosa?
—Ésa es la cuestión, ¿eh? —Se recostó en la silla acariciando con el pulgar el percutor de la pistola.
A pesar de su postura relajada y su tono lacónico, ____ notó la tensión que recorría todos sus músculos. Ya no parecía un perfecto caballero. Su chaqueta estaba colgada descuidadamente en un busto cercano, y tenía el pañuelo suelto alrededor de su cuello y un brillo febril iluminaba sus ojos ciegos.
—¿Debo suponer que las noticias que ha recibido no han sido de su agrado? —preguntó sentándose con cautela en la silla más próxima.
Él giró la cabeza para seguir su movimiento, manteniendo el cañón de la pistola alejado de ella.
—Digamos que no eran exactamente lo que esperaba.
____ intentó mantener un tono casual.
—Cuando se recibe una mala noticia lo habitual es disparar al mensajero, no a uno mismo.
—Sólo tenía una bala y no sabía a qué médico disparar.
—¿No le han dado ninguna esperanza?
Él negó con la cabeza.
—Ni la más mínima. Oh, uno de ellos, el doctor Gilby creo, dijo algunas tonterías sobre la sangre que se acumula detrás de los ojos después de un golpe como el que recibí yo. Al parecer hubo un caso en Alemania en el que se recuperó la visión cuando la sangre fue absorbida. Pero cuando sus compañeros le callaron a gritos por decir disparates tuvo que reconocer que nunca se había registrado una curación espontánea después de seis meses.
____ sospechaba que ese Gilby era el médico de ojos afables que le había expresado sus condolencias.
—Lo siento mucho —dijo con suavidad.
—No necesito su compasión.
Al oír la dureza de su tono se puso tiesa.
—Tiene razón, por supuesto. Supongo que tiene bastante con la suya.
Durante un breve instante Marc torció una esquina de la boca como si hubiese querido sonreír. Luego dejó tranquilamente la pistola sobre el portafolios de cuero de la mesa. ____ la miró con ansiedad, pero no se atrevió a cogerla. Aunque estuviese ciego y medio borracho, sus reflejos seguían siendo probablemente el doble de rápidos que los suyos.
Él buscó a tientas la botella de whisky, vació lo que quedaba en el vaso y lo levantó para hacer un brindis.
—Por el destino, cuyo sentido de la justicia sólo está superado por su sentido del humor.
—¿Justicia? —repitió ____ sorprendida—. ¿No creerá que merecía perder la vista? ¿Por qué? ¿Para demostrar que es un héroe?
Marc dejó el vaso en la mesa de golpe, salpicando un poco de whisky por el borde.
—¡No soy un maldito héroe!
—¡Sí lo es! —A ____ le costó un pequeño esfuerzo recordar lo que sabía de los acontecimientos en los que resultó herido por las crónicas del Times y la Gazette—
—No lo conseguí. — Marc acercó el vaso a la boca y tomó el whisky de un solo trago—. Y él, mi amigo, tampoco.
Marc se quedó un largo rato en silencio. Luego preguntó en voz baja:
—¿Sabe qué es lo último que vi mientras estaba tendido en esa cubierta ahogándome en el hedor de mi propia sangre? Vi al "almirante". Vi el desconcierto en su cara mientras caía al suelo. Después se puso todo rojo, y luego negro.
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El amor es ciego [Marc Márquez]
FanficMarc Márquez era un hombre privilegiado, un joven a quien la vida sonreía. Por el amor de una mujer se inscribió en una carrera peligrosa y acompañó a su mejor amigo en lo que sería su última batalla. Ahora no es más que un inválido, incapaz de move...