La carrera, la prueba y la promesa

1 año antes.

El verano había llegado y junto con él, las vacaciones.
Mi familia cómo muchas otras del Estado, era pobre y no podía pasar días fuera de la ciudad... pero un timbre sonó el segundo día de vacaciones... mi amiga Aura y Elias...

- ¡Hola, hola! - Saludó de forma energética ella mientras Elias se sentaba por ahí...- Adivina qué. -
- ¿Que ocurre y porqué él te acompaña? - Pregunté con un poco de celos.
- Mis abuelos y sus padres van a viajar juntos a un crucero y... decidieron qué viviríamos en tu casa. - Me dijo Elias mientras se acicalaba el cabello lacio y oscuro...
- ¿Porque nadie dijo algo antes? - Pregunté perturbada.
- Bueno no se... pero tu mamá ya dio permiso - Dijo mi amiga mientras pasaba a mi casa, seguida por Elias.

Él me sonrió y me puso una mano en la cabeza.

- Pido dormir contigo enana... - Me dijo de forma coqueta mientras sonreía...
- ¡Sigues con mi estatura! ¡ Ya me estirare! - Le grité sonrojada.
- Cuándo lo hagas me avisas - Me respondió él mientras reía, caminó a la sala y mi madre los saludó a ambos muy alegre.

Problemas. Puros problemas.

...

Habían pasado 2 días y no aguantaba más... Debía despejar mi mente de él o muy pronto estaría entre sus brazos...

- Lizbeth, eres patética... Oh, ya lo sabía... - Me dije a mi misma.

Salí de mi habitación cómo a las 5 de la mañana y él estaba sentado escribiendo en su teléfono... En medio de la sala él escribía.

- Tsss... ¿que haces despierto? - Le pregunté a él con voz muy baja.
- Lo mismo que tú... Me desespera estar contigo y necesitaba pensar pero... - Él suspiró y me hizo espacio en el sofá nuevo- No podemos vivir sin el otro... Sería cómo un Tipo Hielo sin su Tipo Dragón -

Me senté a su lado y lo abracé...

- Yo soy el tipo Dragón ¿no?... - Le pregunté.
- No enana... Ese soy yo. Tú eres la fuerte y poderosa... Tú me matas con sólo tu mirada. - Me dijo sonriendo él...
- ¿Porque siempre eres así? -
- ¿Así? - Preguntó él confuso...

Tomé aire y le respondí.

- Tan tierno y amable conmigo... al menos cuando es necesario... pero luego llega otro tiempo y te vuelves insoportable. ¿porque?  -
- Ni yo lo se... - Respondió temblando y luego cerró los ojos- Pero soy un estegosaurio -

Le di un golpe débil en el hombro por la broma y luego él me miró con sus oscuros ojos.

- Liz, descansa... - Me dijo él mientras yo cerraba los ojos y era acurrucada por sus brazos...