C A P Í T U L O 1.

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Me encuentro moviendo mis dedos al compás de cada golpeteo del reloj, ansiosa por salir del aula de clases e irme corriendo a la cafetería y comer algo

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Me encuentro moviendo mis dedos al compás de cada golpeteo del reloj, ansiosa por salir del aula de clases e irme corriendo a la cafetería y comer algo. La noche anterior me había ido a la cama sin haber probado un solo bocado de la cena, y todo por un berrinche mío.

En cuánto retumba el timbre, me levanto de un salto de mi asiento y salgo disparada del aula, haciendo caso omiso a los gritos de mis amigas, Eloise y Astrid. Ambas chicas aunque sus gritos se escuchaban a los lejos, sabía que iban detrás de mi, y sabían bien a donde me dirigía antes de partir a la cafetería.
Sigo caminando con zancadas grandes y cortas cuando mis pies se cansan. Rodeando y esquivando a gente que salía de sus aulas.

Al llegar a mi casillero, rápidamente coloco la contraseña que se me asignó el primer día que llegue a esta preparatoria. Al abrirla, lanzo de un solo golpe mi bolso y busco con la mirada algo inusual. Se preguntarán, ¿que era lo importante en mi casillero?.
La respuesta era corta: Carta.

Una carta, el día anterior había recibido una carta un tanto sospechosa, bueno en si no era una carta, era un sobre rosa, el cual sólo decía "la próxima prometo que sea un sobre con una carta dentro". Era algo extraño, pero eso solo decía el sobre, así que por lo tanto, se supone que hoy iba a recibir una carta como tal.

Sonrío una vez que encuentro un sobre rosa debajo de unos libros de Historia. Me intriga saber el porqué de esa carta y  con qué propósito me las envía.



Para Katherine Wesley :

Hola, esta es mi primer carta hacía ti, en puño y letra.
Siempre me haz parecido una chica muy preciosa, con esos labios carnosos, esos ojos verdes que hipnotizan a cualquier ser vivo en este mundo. Desde el primer día que te conocí (que no diré cuando fue, por qué me dejaría en evidencia), caí rendido ante tus pies, se que tú no sientes lo mismo por mí, lo noto cada vez que cruzamos miradas, pero sé que poco a poco con mis cartas podré derretir ese corazón que tanto haz cuidado en una cajita de hielo. Se que sonó cursi, pero también se que sabes que así te dicen.

Cuando estaba escribiendo esta carta, no sabes como mi mamá me ayudó, ella ha sido mi cómplice en esta aventura que he decidió emprender contigo, ella te adora, y eso que solo le he hablado de ti y sólo te conoce en fotos (o eso te diré, no lo sabrás por el momento).

Soy un tonto, según ella me lo dice, porque me encontraba sonriendo de oreja a oreja cuando le contaba mi plan de enamoramiento, porque sí, así se le llama a este cortejo que estoy tratando de hacer contigo, estoy nervioso, no lo puedo negar. Me sudan las manos de solo saber qué reacción tendrás, espero sea la mejor.

En fin, esta es mi primer carta, espero sea de tu agrado.

Con mucho cariño, y sólo tuyo, anónimo.


Para Katherine.  |en edición|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora