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Los días pasaron y no supe mas de Alex. Solía verlo caminar por él recreo con su amiga Candela, la hija del jefe de policias, la cual iba a mi división.

No podía dejar de mirarlo y eso era algo que me incomodaba, ya que el parecía estar haciendo lo mismo. Había algo en ese chico que me revolvia el estómago y no me dejó dormir por varios días. Cada vez que intentaba cerrar los ojos, me venia esa melodía de Bruno Mars a la cabeza.

La situación se me estaba empezando a ir de las manos. Nunca antes me había pasado algo así, desde cuando yo me preocupo por alguien que no sea yo y además alguien tan sencillo como ese chico...

Luego del recreo del día jueves, nos hicieron participar de una actividad de "integración" para que ambas divisiones de sexto año se conocieran profundamente, meses previos al campamento.

El campamento, según me contaron, es un viaje que se hace en donde visitamos diferentes hogares con gente de diferentes capacidades o problemas sociales (como por ejemplo mujeres violadas, niños abandonados), tambien se refuerza el trabajo en equipo y nos acerca mucho mas a la religion, ya que demás esta decir que el colegio es catolico.

Nos hicieron juegos de confianza, actividades grupales con preguntas personales que luego se ponían en común con él grupo designado, entre otras cosas.

Cuando creímos que la actividad había terminado, ya todos agotados dado que la ultima actividad habia sido trabajar en equipo llevando personas a caballito. Él profesor de religión, planteo la idea de hacer una actividad mucho mas intensa, como para cerrar la jornada. Esta actividad consistía en mirar fijamente a los ojos de la otra persona durante 15 minutos y lograr ver algo en ella. Algo que no se ve físicamente, algo que va mas allá de nuestros cinco sentidos.

Los ojos son la puerta al alma, solo los valientes tienen el coraje de animarse a charlar con la esencia que se esconde tras de ellos.

La música sonaba y cuando se detenía, inmediatamente debíamos girar y formar pareja con la primer persona que tuviéramos al lado, de preferencia, alguien desconocido.

Cuando gire sobre mi eje para conseguir pareja, no podía creer lo que me estaba pasando. Alex, estaba parado justo delante de mi, por lo que tuvimos que hacer la actividad juntos.

Los primeros tres minutos aproximadamente fueron incómodos, ya que estuve muy atento a que mis compañeros no me vieran con el gay, además de que su cara no era agradable en absoluto. Seguramente le caigo mal, no me interesa. ¿O si?.

Luego la cosa se fue ablandando, dejándome ver a través esos enormes ojos marrones. 

Una terrible angustia comenzó a subir por mi cuello, secándome la garganta. Ese chico que estaba parado frente a mi, tenia la vista perdida, como si me estuviera dejando entrar a ver como es que se siente. Y no se sentía muy bien que digamos.

Pasaron los minutos y la actividad finalizo. Cuando nos dijeron que ya podíamos dejar de mirarnos, él solo siguió caminando, pero cuando pasó por al lado mio, no pude evitar darle una palmada en la espalda. 

Honestamente sentía la necesidad de abrazarlo, pero con toda esa gente ahí, creo que no era él momento.

Él solo me miro, se encogió de hombros y siguió su camino. Quise correr tras de él y hablarle, pero mis amigos me llamaron para ir al buffet por algo de beber y no podia excusarme con nada.

Cuando salí de la escuela, me dirigí hacia mi auto. Hacia dos días había sacado la licencia de conducir y como autos nos sobran, me dejaron tener uno. Kate mi novia me pidió que la alcanzara, asentí y nos dirigimos hacia él country privado en él que vive.

Luego de dejarla, fui a mi casa.

Mama y papa nunca están ya que pasan mucho tiempo trabajando o viajando por él mundo, lo cual me molesta demasiado, por eso es que Ana llego a familia.

Ana es como mi segunda mama. Ella trabaja en casa desde que yo tengo memoria. Todos los días me levanta con él desayuno listo y él uniforme preparado. Al llegar del colegio nos espera con el almuerzo y las habitaciones impecables, y siempre es la ultima en irse a dormir, por si alguien necesita de su servicio, mis padres la tratan como una mucama, pero yo la quiero mas que ellos. De no ser por ella, no se que seria de mi vida y la de mis hermanos.

Cuando llegue a casa, Ana me estaba esperando con el almuerzo en la mesa. Compartimos la charla de todos los dias en la que ella me pregunta sobre el colegio o sobre como nos preparamos el equipo de rugby para la temporada. Comí y me fui a mi habitación a tomar una siesta, pero nuevamente esa melodía de Bruno Mars se reproducía constantemente en mi cabeza, haciéndome imposible dormir. 

Decidí tomar una ducha y escuchar música, pero aún seguía pensando en ese chico de ojos marrones. De pronto en la lista aleratoria de Spotify sonó la cancion de Bruno Mars, por lo que apague la musica e intente ducharme en silencio.

Tomé mi celular y note que habían hablado en el grupo "Egresados 2016", un grupo de what's app que habiamos creado con la otra division para tener un poco mas de contacto y arreglar para fiestas y salidas. Este viernes habría una fiesta por los 18 años de Martina, la sobrina de la jueza. Yo no tenía interés en ir, por lo que me excuse diciendo que yo no asistiría ya que tenía un viaje. Algunos decían que tenían cosas que hacer, otros que iban pero luego no saldrían a la disco, hasta que Alex respondió que iba. Esperé a que algunos más contestaran y después me defendí usando una tonta excusa de que podría dejar el viaje para otro momento.

Tal vez la fiesta sea un mejor lugar para poder establecer una conversación con Alex, por lo pronto solo me dedicare a consiliar el sueño y luego veré que me pongo para la fiesta. Tengo que impresionar a todos.

¿O solo quiero impresionar a Alex? Pf, el sueño ya me esta haciendo decir pavadas.

When I was your man [Parte 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora