When I was your man [Parte 1]

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La duda comenzaba a transitar mi cabeza. Estaba sumergido en un mar de incógnitas. Necesitaba hablar con alguien de confianza, urgente!

Tomé mi celular y sin pensarlo dos veces, llamé a Mike. Él siempre estaba para mi cuando lo necesitaba, era la persona en la que mas confiaba en este mundo, sin duda el me entendería y sabría ayudarme.

-No lo se Derek, te conozco desde que íbamos a rugby juntos y solo teníamos 6 años, no creo que seas de esos que tiran para el otro lado...

-Si, lo entiendo, yo tampoco me lo creo... Pero sobre gustos no está nada escrito, no lo crees?

-Estás asumiendo que te gusta Alex?

-No, claro que no... Solo digo que en el caso de que me guste... No sería un problema... O si?

-Mira Derek, sabes que yo te apoyo en lo que sea, pero anda, estamos en el siglo XXI, las sociedades aún no entienden nada de "amor" o como quieras decirlo... Tu reputación se vendría abajo...

-Lo sé...

Hablamos por un largo rato y esa misma noche Mike se quedó a dormir en casa. Me alegraba un poco que nuestra relación no haya cambiado en nada después de insinuar que sentía algo por aquel chico de grandes ojos marrones.

Pasé la noche entera pensando en que me estaba ocurriendo, a decir verdad, nunca me han gustado los varones, pero tampoco me calientan mucho las mujeres.

Era sábado. Al despertarme no encontré a Mike en la cama de al lado. Me levanté y cuando bajé me hallé con Ana que dulcemente me había preparado un desayuno nutritivo ya que hoy tenía un partido de rugby.

Al llegar a la cancha, mis compañeros y amigos me esperaban. Todos estábamos nerviosos, ya que si ganábamos este partido, pasaríamos a las semifinales. El otro equipo era bueno, pero nos teníamos fe.

Todo es posible para el que cree.

A pocos minutos de que el segundo tiempo terminara, el marcador estaba empatado. La esperanza de llegar a la semifinal, estaban tan cerca y tan lejos al mismo tiempo. Necesitábamos hacer un try para poder ganar, pero todos estaban cansados, incluyéndome.

Antes de que el arbitro sonara el silbato para continuar con el partido, me hice la señal de la cruz. Siempre fui una persona creyente, no al punto de fanatismo, pero se podría decir que siempre hubo una fuerza superior que me supo ayudar en mis malos momentos. Luego de persignarme, mire hacia la tribuna, todos estaban gritando, alentando a ambos equipos. Me llenaba de alegría ver a mis padres ahí junto a mis hermanos gritando mi nombre, pero el hecho de ver más allá y encontrarme con la imagen de Alex, completó mi inspiración.

Logré anotar y pasamos a las semifinales, los gritos y los aplausos que llegaban de las tribunas, conmovieron a todo el equipo.

Esa misma noche festejamos en mi casa, junto con todo el equipo de rugby, las animadoras y mis compañeros del colegio, entre todos ellos... Alex.

El vodka y el licor no les cayó muy bien a todos, por lo que la mayoría estaban bailando sin prejuicios, excepto Alex, que se encontraba solo al lado de la mesa. Creí que su amiga Candela estaría con él, pero al parecer Candela estaba bastante entretenida por Evan que bailaba muy pegado a ella.

Pensé que sería una buena ocasión para establecer una conversación ya que las cosas se habían ablandado desde aquel encuentro al salir de la disco. Tomé un sorbo del vodka casi hirviendo que se encontraba en mi vaso, junté coraje y me acerqué a hablarle.

-Oye Alex, te gusto el partido? Jugué bien, no es verdad?- insinué ante el morocho.

-En verdad me hubiera gustado estar ahí, es solo que con el grupo de la iglesia fuimos a un hogar de ancianos a hacerles algo de compañía, pero Candela me comentó un poco y al parecer estuviste muy bien... Felicidades!

-Espera... Estas diciendo que no fuiste?- pregunté frunciendo el ceño.

-Eh... No...- respondió con seguridad.

-Oh, una lastima que no hayas ido... Te veré luego!- dije alejándome.

La que me faltaba... Tener alucinaciones con Alex...

Esto comienza a ir más allá de mi... Necesito encontrar una solución... Y rápido...