When I was your man [Parte 1]

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La relación con Alex fue creciendo día a día, aunque había algo que nos atormentaba a los dos. La graduación.

Podíamos disfrutar de lo que quedaba de nuestro año, pero ambos sabíamos perfectamente que en 3 meses, deberíamos tomar caminos totalmente diferentes. Él, iría a estudiar una licenciatura en biología cerca de Londres, y yo me iría a jugar al rugby en alguno de los países que conforman el Reino Unido, aunque no creo que justamente sea Londres. 

Pasó un mes y con Alex logramos disfrutar del tiempo que teníamos juntos.

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Ahora es 14 de junio. Día de nuestra fiesta de egreso.

¿Que les puedo decir de este día? Son las 8 de la tarde y recién ahora pude sentarme a beber un vaso de agua, ya que estuve todo el día corriendo de aquí para allá, modista, peluquería, recibiendo familiares, preparando los últimos detalles. Ni siquiera sé como le está yendo a Alex.

A propósito ¿les conté que estamos comprometidos? Así es, el chico popular del colegio, por fin tuvo los cojones necesarios como para pedirle matrimonio a ese hermoso morocho que me tiene loco.

La limusina para la familia llegó y yo sigo sin saber nada de Alex. Comienzo a preocuparme. Llevo llamándolo 4 veces y le he enviado varios whatsapp pero no contesta. 

Al llegar me encontré con la mayoría de mis compañeros, todos vestidos muy de gala. A decir verdad, nunca creí que mis mejores amigos fueran a verse tan guapos luciendo esmoquin. Todos estaban ahí, excepto Alex. 

La fiesta comenzó, yo entraba primero junto a Kate, solo por costumbre. Luego de lo sucedido, Kate me comentó que le había dicho a mis padres que yo la deje, solo para que ellos no creyeran que su familia era quien había decidido cortar la relación, lo cual les alegro muchos a mis padres en cierta forma. 

Cuando nombraron a Candela y Alex, mi ritmo cardíaco se aceleró a un cien por ciento, ya que quedé impactado con lo que estaba viendo. 

Era Candela, vestida de una manera hermosa con un vestido azul caribe, y a un costado, ese morocho que no sale de mi cabeza, vestido perfectamente con un esmoquin color negro, camisa blanca y una corbata negra, parecía que estaba por casarse.

Luego de que entrara, corrí a abrazarlo, en verdad estaba preocupado. Él siempre estaba con su celular en la mano, que le había pasado?

-No tuve tiempo de usarlo- me respondió de una manera muy convincente. 

Si debo ser sincero, fue la mejor noche de mi vida. Por primera vez después de tanto tiempo, se encontraba mi familia completa, juntos. El chico, mas bien dicho, el hombre de mi vida, se encontraba en frente a mi, celebrando el sueño de cualquier persona, terminar la secundaria.

Luego de varias cartas emotivas por parte de nuestros compañeros, llegó el momento de bailar el vals.

En estos tres meses, creo que gane mucho, desde un novio, a un prometido, a verdaderos amigos que me aceptaron tal como soy, a una familia que lo que mas me dio fue amor, pero perdí algo que toda mi vida fue esencial para mi, y eso fue la vergüenza. 

Sonó el vals y tomé a Alex de la mano. Mis compañeros aún no habían comenzado a bailar, por lo tanto la pista y las miradas estaban enfocadas en nosotros dos.

-Donde quedo el chico que quería que todo fuera un secreto?- me dijo.

-Se fue, y sabes quien vino?

-No, no lo se, quien?

-El hombre que te ama, y lo único que desea es pasar la vida entera hasta sus últimos días contigo. 

-Te amo Derek.

-Te amo Alex.

Todas las personas presentes, incluyendo mi familia y amigos, desaparecieron en ese beso que aún hoy sigo sin olvidar. Parecía que por fin estaba siendo feliz. 

Por primera vez en mi vida no pensaba en jugar al rugby, o en la plata, o en fingir ser novio de una chica que no me interesaba en absoluto. 

Solo pensaba en ese morocho que había cambiado mi vida completamente. Ese chico que vi transformarse en hombre desde aquel momento en el que dio el sí a mi propuesta de matrimonio. Ese hombre que algún día sería mi esposo, y yo estaba orgulloso de él.

Si bien el se iba a estudiar a Londres en 3 semanas, no se iría solo.

-¿Acaso estas loco? No permitiré que renuncies a tu sueño de jugar al rugby en grandes ligas!

-Podrías por un momento dejar de hablar y simplemente besarme?

Nos encontrábamos en su casa, la fiesta había terminado.

-No te besaré hasta que me des una buena razón por la cual renunciar a tu sueño.

-Una razón? Puedo darte 5 si quieres...

-Pues, venga, dilas... 

-La primera es que no me gustaría estar lejos de ti. La segunda es que mi familia se mudará a París, por lo tanto estaré mas cerca. La tercera es que no sabes vivir solo...

-Pf, y tu si? Ana...

-Oye, Ana solo me ayuda en algunas cosas...

 -Seguro?

-Esta bien... Me ayuda en casi todo... En todo!

-Vamos dale, te faltan dos razones mas...

-La cuarta es que hay diferentes universidades, a las cuales puedo asistir y estudiar ahí. Y por último, pero no menos importante, porque te amo, y no podría vivir lejos de ti. Solo quiero pensar en nosotros, en nuestro futuro, en despertar junto a ti, en darte el beso de las buenas noches, en esperarte con el almuerzo listo. ¿Y quien sabe? Tal vez algún día podemos adoptar un niño...

La sonrisa de Alex comenzaba a ser mas grande.

-¿Que dices? ¿Me voy contigo a Londres o no me dejas?

-Claro que te dejo...

Comencé a besarlo y esa misma noche hicimos el amor...