Los meses pasaron. Hoy estamos viajando al campamento misión.
De Alex no he sabido nada. Solo lo he visto en el recreo, como también él me ha mirado a mi.
Estuve mucho tiempo replanteandome las cosas, y de algo estoy seguro, estoy interesado por él.
Las cosas por ahora van bien. Llevamos 4 horas viajando, todos están dormidos, excepto los del fondo, entre ellos, Alex. Yo tampoco puedo dormirme, mi lista de reproducción pasan por la pantalla de mi iPhone, junto con el tiempo, y yo sigo sin poder cerrar un ojo.
En un momento me dirijo hacia el baño, y cuando estoy por entrar, el morocho de ojos marrones sale de ahí.
Ambos quedamos mirándonos el uno al otro, sin decir una palabra. Su mirada esta vez me transmitía algo diferente, la primera vez, en aquel ejercicio, podía ver un chico cerrado, alguien que imponía distancia entre nosotros, pero ahora me encontraba con una persona que de alguna forma quería que alguien este con él, que por dentro pedía a gritos: "Que alguien me abrace!!", pero yo no podía hacer nada, a menos que él me lo pidiera.
El ómnibus frenó toscamente, haciendo que nuestros cuerpos se acercaran, dejando nuestros labios a centímetros del otro. La cortina nos tapaba, nadie podría vernos, ese era mi momento.
Su mirada me decía que no me detenga, que siga haciendo lo que mi corazón me dictaba, pero en ese momento no estaba escuchando a mi corazón, sino a mi mente, y ella me decía que no debía besarlo, ya que alguien podría entrar y vernos. Pero mi mente, trabajaba a la par junto con mi corazón, entonces pensó en otra alternativa.
Tomé a Alex del brazo y nos metimos en el baño del colectivo.
Una vez allí adentro, sin decir nada, solo mirándonos, ambos comenzamos a acercarnos, sabiendo perfectamente lo que queríamos... Al otro.Finalmente nuestros labios se entrelazaron en un largo y dulce beso que me puso la piel de gallina. Era la primera vez que yo hacia algo así, pero se sentía bien, o tal vez Alex era quien me hacia sentir bien.
Fue un beso profundo, con pasión, como si hubiésemos estado años buscándonos solo para darnos ese beso. Como si nos hubieran separado, y nuevamente, nos encontramos.
Nuestros labios parecían haberse pegado. Ninguno de los dos quería dejar al otro, después de tanto esperar, al menos desde mi parte, no quería que eso terminara tan pronto.
De repente, alguien golpeó la puerta del baño, pero como ya les dije, mi mente había pensado otra alternativa, con excusas y defensas en caso de que nos descubrieran.
-Profesor, que pasa?
-Expliqueme usted Derek Stuart, que hace encerrado en el baño con el alumno Alex McQueen?
La cara de Alex se volvió pálida.
-Es que... No diga nada -respondi entre pausas- me sentía descompuesto, quería vomitar, pero no quería asustar a nadie y Alex me propuso ayuda...
-Vale, esta bien, pero anda, ya mismo los quiero sentados en sus respectivos asientos...
-Eso si que estuvo cerca... -le dije a Alex cuando pase por sus espaldas.
Luego de toda esa hermosa situación, nos sentamos en nuestros asientos. Pero yo no podía quitarme de la cabeza el gusto de sus labios.
Con los dedos tocaba mis labios, como si aun no pudiera creer lo que acababa de vivir, todo fue hermoso, eso sin duda, no veía la hora de que esto se repitiera, ya quería estar a solas con Alex en donde sea.
En un momento giro mi cabeza para ver si acaso el estaba dormido, pero no, estaba mirando por la ventanilla mientras también tocaba sus labios con los dedos, como recordando aquel beso que nos habíamos dado hace unos minutos.
El colectivo entero estaba durmiendo, a excepción del conductor.
Yo seguía apreciando la hermosa imagen de Alex mirando la oscuridad del paisaje, hasta que sin esperarlo, Alex gira hacia mi, y me dirige una hermosa sonrisa, como dando a entender que le gusto lo de hace un rato.
-Me gustas Alex.
-Tu también me gustas Derek.
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When I was your man [Parte 1]
Teen FictionDerek, el chico popular del colegio San Patricio en España, conoce a Alex, un alumno de su mismo año pero diferente división, que dentro de la escuela es conocido como "el chico gay". Sin terminar de conocerse a si mismo, Derek descubre en él una at...