Confusión

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-¡Buenos días cariño!, levántate que llegarás tarde a la escuela  -gritaba la señora Cheng desde las escaleras.

-¡Ya voy mamá! ¿Que pasó Tikki? ahora mi madre te ganó en despertarme -dijo mientras se sentaba en el borde de su cama para tallar sus ojos y daba un enorme bostezo.

-Perdona Marinette, realmente me sentía cansada. Recuerda que ayer llegamos más tarde de lo usual a casa.

-Ni me lo recuerdes -decía mientras con sus pies descalzos buscaba sus pantuflas.

-¿Estás molesta con Chat? 

-No, para nada. Me siento confundida solamente.

-¿Confundida?

-Me gusta la manera de ser de Felix, pero pienso en Adrien e inmediatamente no puedo evitar sentirme mal. Es algo así como si yo le estuviera siendo infiel.

-Pero él no era nada tuyo.

-Lo sé Tikki, es lo que me alarma.

Marinette se puso en pie, tomo sus cosas necesarias y se dirigió al baño para tomar una ducha. Al salir regresó a su cuarto para cambiarse y bajar a desayunar donde su madre le esperaba con un delicioso desayuno conformado de pan tostado con mantequilla, un fresco y nutritivo jugo de naranja y un omelette con jamón y queso.

-¡Buenos días mamá! disculpa la demora ¡Cielos! el desayuno se ve delicioso.

-Buenos días cariño, anda siéntate. Quiero hablar contigo un momento antes de que te marches a la escuela.

-¿Que pasa? -dijo mientras se sentaba frente a su madre.

-Marinette, ¿tienes novio? -terminó de decir apenas la oración para provocar que su hija casi se ahogara mientras daba una mordida al crujiente pan.

-Claro que no ¿porque dices esas cosas? 

-Te vi en la entrada de la casa con un muchacho muy apuesto y pensé que era tu novio -dijo sonriente. 

-Pues no es mi amigo, perdón mi novio. Quise decir que no es nada de mi, es solo un amigo -intentaba formular correctamente la oración mientras los nervios provocaron que se pusiera realmente nerviosa y hacia que un sonrojo evidentemente fuerte se asomara de sus mejillas. 

-¡Mi pequeña esta enamorada! dime ¿que día viene a la casa? necesito conocerlo-dijo emocionada mientras juntaba sus manos.

-¡Mamá no es lo que parece!

-Aún así puedes invitarlo el día que quieras. Sabes que tu padre y yo no nos molestaremos de que estés un rato con él.

-Lo voy a pensar -dijo roja como un tomate mientras experimentaba un mar de emociones. ¿Desde cuando pensar en Felix le provocaba esas sensaciones? ¿Y si realmente empezaba a sentir algo por el?

Marinette terminó el desayuno junto a su madre mientras charlaban de como iban las cosas en la panadería, de como su padre había incluido en el repertorio algunos postres nuevos que estaba ansioso por que ella probara. Posteriormente de dirigió a la escuela tomando su mochila y su típica bolsa donde estaba Tikki. Iba marchando a paso lento mientras seguía su camino aún pensando en lo que le dijo su madre cuando una voz la saco de sus pensamientos.

-Buenos días ¿Vas a la escuela? -dijo avanzando y uniéndose al caminar de la chica mientras sostenía su mochila firmemente. 

-Hola buenos días, si voy en camino ¿y tú? -respondió con una sonrisa al darse cuenta de quien era.

-Yo voy a acompañarte, y después iré a mi escuela.

-¿¡Me vas a acompañar hasta la escuela!? -se detuvo la chica en seco, no podía controlar el fuerte palpitar de su corazón al escuchar retumbar dentro de su mente esas palabras.

Una segunda oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora