Capítulo 3

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-Necesito copias de todos estos papeles, por favor - dijo Richard, mi jefe-. Sería ideal que lo terminaras hoy- siguió mientras suspiraba cansado, no era un hombre viejo, pero lo parecía, el excesivo trabajo y ser padre soltero de cuatro niños hacia que tuviese canas, ni siquiera pasaba de los cuarenta y cinco años.

-Claro, señor- respondí, tome la pila de papeles y los puse encima de mi escritorio, me senté pesadamente en mi asiento, tome unos papeles del doctor de mi bolso y los leí.

Mordí mi labio mientras miraba mi ficha medica, hoy iría a control, aparte de empezar el tratamiento, me lo explicarían todo con mas profundidad, esto me hacia ponerme muy ansiosa.

-Hey - me llamo Bea desde la puerta-. ¿Estas muy ocupada?- pregunto a lo que yo negué con la cabeza - ¿vamos a almorzar?- preguntó nuevamente sonriendo.

-Claro, muero de hambre- dije mientras apagaba la pantalla de mi ordenador y tomaba mi bolso. Bea era mi amiga, trabaja aquí y tenia treinta años, la misma edad que yo, nos conocíamos desde la preparatoria.

-¿Tienes mucho trabajo?- pregunto Bea mientras revisaba algo en su bolso.

-Más o menos - suspire-. Hoy tengo control, espero que todo salga bien.

-Claro que si - dijo mientras me abrazaba

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Ya estábamos con Max en el consultorio, sentados esperando ser llamados.

La habitación era típica con dibujos de cigüeñas y fotografías de bebés por todos lados, obviamente habían mujeres embarazadas esperando ser atentidas, algunas acompañadas, otras solas y niños corriendo por todo el lugar.

Sonreí con nostalgia al pensar en tener un bebé, los abortos eran algo difícil de superar, el primero había sido el más doloroso, ya que aparte de ser el primero, lo había perdido a los cuatro meses de embarazo, no sabíamos cual seria su sexo, ya que aun era pequeño para saberlo, no habíamos comprado muchas cosas para el bebé, solo un poco de ropa para él, ya que todo lo demás habíamos acordado comprarlo después, el después nunca llego.

Los dos bebés mas fueron a los dos meses, no me encariñe tanto con ellos, ya que fue muy poco tiempo, fue cuando supe que había algo mal en mi.

Volví a la realidad cuando Max me zamarreó un poco.

-¿Que estaba pensando esa cabecita tuya? Ya han dicho tu nombre- dijo y me beso la frente, paso su brazo por mis hombros y me acercó más a el, mientras caminábamos por el largo pasillo. Nos detuvimos frente a la puerta del doctor, toque tres veces hasta que escuchamos un Pase.

-Buenos días doctor- saludo Max, estrechando su mano con la de Taylor.

-Buenas, muchachos- dijo mientras me daba un abrazo, para luego sentarnos enfrente de su escritorio en donde el también se sentó - Supongo que están aquí para empezar con el tratamiento ¿no?.

-Si, queremos saber todo antes de empezar - dijo Max sonriendo me, a lo que yo también Sonreí.

-Bien, primero les explicaré todo después las preguntas- ambos asentimos, y el continuó- con la enfermedad que tienes, puedes tener de dos o más abortos consecutivos, en tu caso llevas tres- dijo- si un embarazo logra pasar el quinto mes, tal vez pueda nacer, pero seria prematuro, ¿Sabes que estas corriendo un gran peligro, cierto?- yo solo asentí, mientras Max acariciaba cariñosamente mi mano- si lograras quedar embarazada, deberías venir a control cada 3 semanas desde las 20 semanas y cada 1 o 2 semanas desde las 28 semanas en adelante, para monitoriar el crecimiento fetal.

«-Tendrás que inyectar te esto dos veces a la semana, se llama heparina, es un poco difícil encontrarla - dijo Taylor mostrándome una jeringa con un liquido blanco y una gran aguja, trague duro- esto disminuye la probabilidad de aborto, parto prematuro y preeclampsia, pero el riesgo estará siempre, no lo olvides, también pastillas, Aspirina 100 mg diarios desde la confirmación de viabilidad embrionaria hasta el parto, el riesgo de aborto en pacientes no tratadas con esta enfermedad, puede ser sobre un 90%.»

-¿Entonces no tenia muchas posibilidades de concebir sin un tratamiento?.

-Probablemente no- dijo- .Tendrán que tener relaciones dos veces a la semana- solo sentí como mi rostro se calentaba por la incomodidad-. Se que no es lo mas cómodo, pero si lo quieren lograr, tendrá que ser así, espero que puedan lograrlo - dijo dando por finalizada la revisión.

-Eso espero- dijo Max - hasta luego doctor.

Salimos del consultorio, y caminamos a la escalera, para luego salir hacia la calle.

-Uh, hace frío- dijo Max frotándose las manos- ¿Quieres ir a casa ya o vamos a otra parte?

-Se me antoja una Pizza - dije mientras sonreía.

-Conozco una Pizzería a unas cuadras de aquí.- dijo mientras tomaba mi mano, comenzando a caminar rumbo a la Pizzería.

NegativoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora